Este año, Correos ha emitido dos sellos dedicados a Valores Cívicos. Por un lado, y con un Pliego Premium de 10 sellos, el dedicado a la ONG Manos Unidas:
Los sellos son "Solidarios" ya que el 3% de lo recaudado en la venta de estos sellos, Correos lo dona a Manos Unidas para el Fortalecimiento educativo y la prevención de la violencia infantil y juvenil mediante recursos socioeducativos para menores y familias en situación de riesgo social en el sector Rivera Hernández (San Pedro Sula, Honduras). El proyecto tiene una duración de un año, de abril de 2018 a abril de 2019.
La ilustración del sello muestra el vínculo entre una madre y su hijo (vestidos con los colores típicos de esa región). La viñeta que acompaña al sello es el distintivo que llevarán los sellos solidarios: un corazón con la mitad dentada y la cornamusa de Correos dentro.
El otro sello que se emitió dedicado a los Valores Cívicos está dedicado a las personas con sordoceguera, a la celebración de su Día Nacional, el 27 de junio.
El sello, que utilizamos en algunas de nuestras tarjetas, se ilustra con la imagen de Helen Keller (Alabama, 1880) que, tras una grave enfermedad infantil a los 19 meses, perdió la vista y el oído, lo que le impidió desarrollar el habla hasta que sus padres contrataron a una institutriz irlandesa, Anna Sullivan, poco antes de que cumpliera los siete años. Anna había sufrido una infección ocular que la había dejado casi ciega, pero se graduó en la Escuela de Perkins para Ciegos con honores y era una de sus profesoras más capacitadas.
Hellen tenía un comportamiento violento y asalvajado que su familia toleraba o ignoraba: Anna la separó de su familia y le enseñó a deletrear el nombre, de los objetos que tocaba, sobre la palma de su mano para intentar hacerle comprender que cada cosa tenía un nombre. No fue hasta que al tocar el agua de una fuente y deletrearle "Agua" Hellen reconoció su primera palabra infantil, la primera que dijo antes de que la enfermedad hiciese desaparecer todo su vocabulario. Sobre ese momento escribió: "De golpe, el misterio del lenguaje me fue revelado". A partir de ahí todo fueron progresos. Gracias cartulinas con relieves empezó a leer y con el sistema Braille (ideado en 1825 por el ciego Louis Braille, letras y números de 6 puntos y con un sistema de numeración binario) pudo saborear a autores como Homero, Kipling o Shakespeare. Con ayuda de otra profesora, Sarah Fuller, recuperó el habla perdida al quedar sorda. A los 16 años se matriculo en el centro femenino de la Universidad de Harvard, Radcliffe. Con 23 años publicó sus memorias y no paró ya de escribir y publicar.
Fue una gran activista apoyando los movimientos socialistas femeninos, luchó por el voto femenino y por los derechos de los afroamericanos. Dio discursos contra las guerras. Fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad en 1964, el más alto premio para personas civiles otorgada por el presidente de EEUU Lyndon Johnson. Fue amiga de Graham Bell, Twain, Eleanor Roosevelt, Chaplin, J F Kennedy.
Los sordociegos han empezado hace poco a utilizar el bastón blanco con franjas rojas para distinguirlos de los ciegos. Es un símbolo ya aceptado en muchos países que ayuda a identificarlos.
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