Virgen del Cébrano mexicana en Teverga, Celso Peyroux

Si la belleza es aquello cuya contemplación produce

un placer espiritual inmediato,

que la beldad del ánima y los valores y sentimientos

más profundos que habitan en nosotros se hagan luz

para guiarnos por las sendas del bien y de la verdad.

Que la Paz y el bienestar estén contigo

durante la Navidad y el Nuevo Año

Celso Peyroux

La Virgen del Cébrano "mexicana" se expone en Teverga

Será la pintura más importante y significativa de los Valles de Trubia por su belleza y colorido

Llega a Teverga por la Navidad. Quiere pasar las fiestas en casa con el carpintero de Nazaret, su marido, entre los copos odorantes de la madera y la sonrisa inocente de Jesús. Otros carpinteros, Luis y Ramón de La Faya la trajeron pintada sobre un lienzo y enmarcada en un bello cuadro en negro y pan de oro. Hizo el camino en una carroza de madera de nogal tirada por cuatro corceles escogidos por Benito, el de Angelina, y sobre ella un vuelo de torcaces que iban arrojando pétalos de rosas a su paso.

Óleo que la pintora mexicana

 Dana Aerenlund

La Virgen viene vestida con hábitos modestos y no lleva corona porque la había regalado a una aldea de indígenas aztecas para que con su valor pudieran pasar una grata y alegre velada de Navidad. Sin joyas, ni collares ni rosarios de plata. Como una tevergana más. Sin distinción de alcurnias ni condiciones sociales. La Reina del cielo en todo lo alto, pero aquí, por estos valles una vecina que lavará, cocinará el pote de berzas, atenderá a su Familia y buscará con sus obras y en la oración un mundo más justo y mejor.

La Señora del Cébrano

Patrona del concejo de Teverga (Asturias)

Talla bizantina, origen del Óleo que la pintora mexicana

 Dana Aerenlund realizó este año y que llegará a Teverga

La autora del lienzo, la pintora mexicana Dana Aerenlund, ha querido austeridad, sencillez y humildad en el retrato. Todo en consonancia con la biografía de la artista acostumbrada a trabajar y comprometerse con  niños indígenas de varios lugares de la república mexicana.

El domingo 23 de diciembre, hacia el mediodía, fue la gran fiesta de su puesta de largo donde la hemos nombrado “Madre predilecta” del concejo. La Señora del Cébrano fue recibida en olor-loor de multitudes en la Casa de la Cultura donde pasará estas fiestas navideñas para que el pueblo contemple su carita de niña bizantina (tallada en el siglo XII, cuando se afanaban en construir nuestra colegiata), bajo el tocado de una mantilla que cae sobre sus hombros, el Niño sentado sobre su rodilla izquierda y abrigada del frío con una túnica verde. A su lado la “calderina” para remediarnos de los males de cabeza.

La encuentro acudieron Ana, su madre, que bajó de Marabio a pasar unos días con ella. ¡Qué no hará una madre por sus hijos! También me dicen en el valle de Somoza, que María Magdalena dejó un par de semanas la braña de Fonfría para estar a su lado y que Marta, la hermana de Lázaro, no quiere dejarla sola y se unió a la fiesta. Me llama Roberto Efepunto Osorio -cronista de las tierras de Dios- que sus hermanas Alba y Remedios llegaron de Quirós y Proaza, descalzos sus pies, como era costumbre de los peregrinos. Ayer por la noche, me contaba un vecino, que oyó a la Virgen cantar una nana a Jesús acompañada del rumor del río, el latido de las aves nocturnas y la balada del viento enroscando la melena en los alisos.

La Señora del Cébrano de Dana Aerenlund será el lienzo más importante de los Valles del Trubia y pasará a formar parte del espléndido patrimonio histórico-artístico de esta comarca que florece por doquier y que merece ser conservado y admirado en todas las estaciones.
Y hasta aquí, este relato en tiempos de Navidad donde el corazón de los hombres y mujeres de buena voluntad se hace más tierno. No hay nieve en las cumbres pero el corazón está pleno de gozo. ¡Ave María!