En febrero, se cumplieron 75 años del incendio de la ciudad de Santander. Correos ha querido homenajear con un sello y un sobre primer día de circulación este evento. Tanto uno como otro imitan el papel devorado por las llamas.
Ya en 1893, el 3 de noviembre, Santander sufrió el primer gran incendio cuando el vapor Cabo Machichaco ardió en la bahía y explotó llevándose la vida de casi 600 personas entre las que estaban ayudando a apagar en incendio, las autoridades civiles y militares de la ciudad y la multitud de curiosos que contemplaban el fuego. Derrumbó edificios y sus restos de hierro salieron disparados a kilómetros de distancia (en Peñacastillo, a 8 km, una fragmento mató a una persona y una ermita medieval en San Juan de Maliaño, se derrumbó).
El sábado 15 de febrero de 1941 soplaba viento del sur huracanado, con ráfagas que llegaron a los 180 km/h. Poco antes de las 9 de la noche se iniciaba el fuego en una pensión de la calle Cádiz, dentro del recinto amurallado. El fuego se desplaza rápidamente por la Rúa Mayor y a las 12 de la noche destrozan la catedral, para continuar con la plaza Vieja y sus alrededores.
La Catedral, situada en un alto, actúa de foco difusor.
Arden la Casa Consistorial, el palacio de los Villatorre
y queda dañada la iglesia de la Compañía.
Arden todas las casas que se ven en esta postal de la Plaza de Velarde.
Desaparece el Puente de Vargas (Atarazanas o de la Ribera)
y todos los edificios que lo rodean.
El domingo por la tarde llegan refuerzos desde otras ciudades (Oviedo, Bilbao, San Sebastián, Burgos, Gijón, Avilés, Madrid...) y utilizan dinamita para crear cortafuegos. El lunes al mediodía se da por controlado aunque aún quedan focos durante quince días.
Destrozados 337 edificios, casi 1800 viviendas, más de 500 comercios, 3 periódicos, más de 100 hoteles, 10.000 damnificados y una víctima mortal, un bombero de Madrid, Julián Sánchez García, fallecido a consecuencia de las heridas producidas por el derrumbamiento de un muro de una de las casas incendiadas.
Jardines de Pereda y Plaza Porticada, construida después del incendio
como sede de edificios oficiales destruidos
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción,
restaurada y ampliada entre 1942 y 1953. Postal de 1967
Edificio de Correos.
Aunque próximo a la catedral y rodeado de edificios en llamas,
no sufrió ningún daño. Su construcción data de 1915.
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