Los últimos druidas
Regueras
en el desierto
Celso Peyroux
en el desierto
Celso Peyroux
Poco sabemos de las miserias de estos hijos del desierto abandonados por Alah y lo que aun es peor por el hombre. Poco se ha conseguido -si no son acciones y proyectos solidarios- desde que en el año 1976, fueran expulsados de unas tierras que por derecho les pertenecen. Repartidos en varias “wilayas” en terreno argelino, sobreviven, de manera precaria, a las adversidades de la vida como hijos de un dios menor. A ningún gobierno le interesa el grave asunto saharuai porque hay profundos intereses creados y no quieren conflictos con Marruecos. Para las mujeres de Las Regueras no orbaya, ni llueve, ni nieva. Al igual que en los campamentos de Tinduf hay un cielo azul de esperanza donde luce el sol. Ellas, con su esfuerzo, destinarán la recaudación del certamen de la Castaña Valduna para comprar alimentos y enviarlos a quienes pasan hambre y sed entre las dunas. Allí donde aún pervive la sonrisa infantil de El Principito y de otros muchos niños que aspiran un día a ser libres y regresar a las raíces de sus mayores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario