Nuestra XXV Exposición "Santa Bárbara" de Coleccionismo Minero se celebra este año en Pola de Laviana, en el Centro de Innovación y Desarrollo del Alto Nalón, CIDAN, entre el lunes 4 y el viernes 15 de diciembre.
Contamos con la colaboración del Ayuntamiento de Laviana, del CIDAN, de Correos y de la Federación Asturiana de Asociaciones Filatélicas, FASFIL.
El material filatélico que se ofrecerá al público, se centrará en la tragedia ocurrida en la Mina La Sota de Carrio (Laviana), hace casi 100 años, en la que perdieron la vida 10 trabajadores, cuatro de ellos al entrar a auxiliar a sus compañeros.
El matasellos conmemorativo tendrá lugar el lunes 4 de diciembre en horario de 16,30 a 19,30 horas.
Pondremos a disposición de los visitantes el matasellos, un sello personalizado, sobres y tarjetas.
"La minería asturiana, en general, y la lavianesa, en particular, ha certificado su presencia en la sociedad asturiana con una serie de sucesos mortales que añaden a su historia determinadas dosis de épica y heroísmo que en cierto sentido la hacen legendaria. No son casos aislados, ni hechos fortuitos. Hay una continuidad entre ellos que habla bien a las claras de que minería y accidente son casi sinónimos, de que trabajo minero y muerte por accidente son realidades que caminan juntas hasta adentrarse en lo más profundo del dolor.
Valga este amplio preámbulo para encabezar el suceso que nos ocupa, la tragedia ocurrida en la mina de La Sota, en Carrio, Laviana, el 28 de mayo de 1924, un suceso que adquiere su triste protagonismo porque se dan cita en su desarrollo dos especiales circunstancias. Por una parte, el hecho de que sea la mayor catástrofe minera asturiana por causas ajenas al grisú y, por otra, el que cuatro de los fallecidos lo fueran por intentar el rescate de sus compañeros.
Pero, como se apuntaba, los accidentes mineros ni son casos aislados ni acontecimientos únicos, sino que vienen inmersos en la propia dinámica del trabajo que los propicia. Así, este accidente de La Sota llevaba largo tiempo incubándose en Laviana y fue precedido de una importante serie de accidentes. Así, el lunes 11 de junio de 1923, apenas un año antes, una explosión de grisú en un coladero de la capa Raya de Barredos dejó malheridos a nueve mineros, Ceferino Cuetos, Manuel Camblor, Manuel Orviz, Modesto Coto, Bernardo Hevia, Vicente Blanco, Fernando Martínez Castro, Basilio Corte y J. Martínez Corte, cuya evolución posterior se desconoce. A finales de diciembre de ese mismo año, un suceso similar, otra explosión de grisú en un coladero, en una capa de la mina Cercana, dejó malheridos pero vivos a José Gutiérrez y Paulino Vallina. El primer día laborable del año 1924 el topógrafo Senén Fernández resulta herido en la explosión de un barreno y, un mes después, Eladio Suárez Pérez, de 17 años, sufre una caída mortal del tren de Coto Musel cuando regresaba de llevar la comida a su padre y, días más tarde, Domiciano Pérez resulta herido por un costero. Todo aparecía abonado para lo que se avecinaba." (Texto de Francisco Trinidad)
Diseño enviado a Correos
Efectivamente, el 28 de mayo de ese año 1924, a raíz de un incendio en la capa Adolfita de la Mina La Sota, en la concesión 2ª Vanguardia de Carrio, acaban falleciendo diez personas. Ese día, el relevo de la mañana abandonó la mina sin percatarse que la dinamita que acababan de utilizar en la capa “Adolfita” había provocado un incendio. Por la tarde, el personal que debía incorporarse al trabajo dio aviso al vigilante de exterior de que el fuego se había extendido, ya que el humo salía por los conductos de ventilación. José Vázquez, el vigilante, reaccionando rápidamente decidió adoptar él mismo las medidas pertinentes, advirtiendo a hombres de su confianza para que se acercasen al pozo. Los vigilantes de rampa, Alejandro González, y del exterior, Gregorio González, junto al empleado de las oficinas, Juan Pérez, y el contratista de arrastres de la mina, Silverio Betegón, se trasladaron a la bocamina en cuanto les llegó el aviso y se dieron cuenta de que Vázquez y cinco obreros del relevo de aquel piso (José González, Ángel Crespo, Severino Cuello, Benigno Suárez (mineros) y Julián Iglesias, vigilante de rampa) ya se habían decidido a sofocar el incendio sin esperar por ellos. Sospechando que algo grave les había ocurrido, y sin pararse a pensar en que a ellos podía sucederles lo mismo, prepararon con rapidez una mula y decidieron seguir sus pasos. En cuanto percibió los gases, la mula se negó a seguir. Ellos decidieron avanzar, a pesar de todo, lo que les costó la vida.
La noticia corrió por el valle y empezó a planearse un rescate serio y menos visceral. Avisado del suceso a las 12 de la noche, el facultativo de la Sociedad Coto Musel, José Asenjo, junto con otros vigilantes y tomando las medidas apropiadas, accedió hasta ver a dos de las víctimas, pero abandonó el rescate por su peligrosidad. Desde ese momento se vivieron en la bocamina las escenas de desgarro que se pueden suponer. A las tres, se pudo llegar hasta la mula que conducía la vagoneta, que fue hallada muerta y, un poco más adelante, a los cadáveres de los cuatro mineros que habían entrado con ella. A las 9 y media llegó la Brigada de Salvamento Minero que, a las 11, después de que un ventilador de Duro-Felguera disipara los gases, pudo acceder al lugar en el que se hallaban los otros seis trabajadores. (Información obtenida de La Nueva España, 26 de abril de 2016, artículo de Ernesto Burgos)
Dibujo del sobre: Pedro Fandos.
Diseño matasellos, tarjeta y sello: Maite Bravo
"Los fallecidos dejaron 35 huérfanos y diez situaciones familiares realmente dramáticas. Las previsiones que la legalidad laboral vigente tenía en aquellos momentos para casos de enfermedad de los propios trabajadores y sus familias y, especialmente, para casos de fallecimiento de los trabajadores, eran tan insignificantes que en los casos, como el presente, en que a la tragedia se unía el dramatismo familiar era necesario recurrir a suscripciones populares. Por eso, al día siguiente, en el mismo acto protocolario de los discursos oficiales se inició la suscripción popular a favor de las familias de las víctimas; suscripción encabezada por el propio Ayuntamiento de Laviana con 5.000 pesetas, idéntica cantidad a la entregada por el propietario de la mina, don Joaquín Velasco.
No es, pues, de extrañar que dos años más tarde, cuando se constituye la Mutualidad Obrera Lavianesa, impulsada por Ramón Rico desde la Agrupación Socialista de Laviana sean precisamente 83 mineros del grupo de La Sota que voluntariamente aportaban 443 pesetas que la empresa les descontaba y entregaba a la Mutualidad a fin de cada mes." (Texto de Francisco Trinidad)
Expositores en la XXV Exposición de Coleccionismo Minero de GRUCOMI:
1- Exposición de material filatélico:
- José Manuel López Alonso: La minería y su ámbito
- Pedro Fandos Rodríguez: Una historia de Titanes
- GRUCOMI: Matasellos, tarjetas y carteles
- Pedro Fandos Rodríguez: Una historia de Titanes
- GRUCOMI: Matasellos, tarjetas y carteles
2- Exposición de otros coleccionismos:
- Ángel García Díaz:
- Fotografías de Castilletes y monumentos mineros, Locomotoras de vapor preservadas y Viajando en los grandes trenes.
- Locomotoras de España (Cupones ONCE)
- José Manuel López Alonso: Material minero (pegatinas, calendarios, marcapáginas...)
- Familia Bravo Sánchez: Santa Bárbara en Asturias (fotografía)
3- Exposición de pintura de temática minera de Joaquín Castro
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