Con esta entrada termina nuestra exposición particular de las fotos que con motivo de la concesión del Premio "Príncipe de Asturias" de la Cooperación Internacional 2013 a la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia, estuvieron expuestas en el Parque San Francisco de Oviedo.
Fábricas biológicas artificiales, foto de Katja Zieska y Petra Schwille, del Instituto Max Planck de Bioquímica, Martinsried, Alemania.
Con la envoltura celular interaccionan numerosas proteínas. Estas cumplen las más variadas tareas -desde procesamiento de señales hasta la división celular-. Puesto que dichos procesos son altamente complejos, Petra Schwille y su equipo del Max Planck utilizan los llamados sistemas minimales. En estos diminutos sistemas, creados de manera sintética, pueden observar bajo condiciones de laboratorio controladas desterminados componentes celulares seleccionados y sus funciones -como aquí, una membrana lípidica con proteína acumulada en su interior-. Puesto que estas proteínas se mueven y se organizan de manera autónoma dentro de la membrana, foman patrones de movimiento que se asemejan a una alfombra de olas. Dichas estructuras las observan los investigadores como un juego de formas violetas.
Electrones balísticos, foto de Ragnar Frischmann, del Instituto Max Planck para la Dinámica y la Auto-organización, Göttinger, Alemania.
Los electrones que salen de un contacto de punta en un semiconductor bidimensional pueden ser concentrados a un segundo contacto mediante un campo magnético aplicado desde fuera, aunque salgan del contacto de punta con ángulos muy diferentes. La parte inferior de esta simulación muestra un modelo ideal de esta concentración magnética transversal. Sin embargo, los cristales semiconductores reales tienen siempre leves imperfecciones. Y el efecto que pueda tener sobre la trayectoria de los electrones la más leve desordenación en el material lo demuestra la parte superior de la imagen.
Red de la materia oscura, foto de Simon D. M. White y Volker Springel, del Instituto Max Planck para la Astrofísica, Garching, Alemania.
La materia oscura no es visible, no emite ningún tipo de radiación, pero a pesar de ello existe, puesto que su gravitación atrae materia ordinaria. Esta simulación informática hace visible la materia oscura; muestra una red virtual cósmica de la materia oscura, que une entre si diversas galaxias luminosas del universo. Esta imagen de gran colorido forma parte de la Simulación del Milenio, y muestra la gran diversidad y complejidad de las estructuras cósmicas, que surgen a partir de la dinámica gravitacional de las partículas de la materia oscura. En ella, las diferencias de brillo se corresponden con la densidad local, y los tonos de color representan las distintas velocidades de la materia.
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