Las Rutas de los Castilletes: Los Pozos y las Sombras

LA RUTA DE LOS POZOS Y LAS SOMBRAS
Pedro Fandos Rodríguez y José Antonio de San Antonio, geólogos
Miguel Ángel Álvarez Areces, Jefe del Departamento Patrimonial de HUNOSA

RESUMEN:

Tras 200 años de minería y medio millar de explotaciones repartidas en apenas 700 km cuadrados, las huellas que hoy podemos contemplar están ya muy lejos de avalar el paroxismo extractivo vivido en los valles mineros de la Cuenca Central Asturiana. Aun así podemos todavía contemplar 41 castilletes (14 en activo) y numerosas bocaminas, además de chimeneas, edificios, poblados, máquinas, monumentos, lavaderos, escombreras y, modernamente, cortas de cielo abierto, todo ello con múltiples evocaciones históricas y conformando lo que nos atrevemos a definirse como el mayor parque hullero de España. En ese marco, se pretende diseñar varias rutas turístico-industriales, con el apoyo informático de un SIG. Se presenta aquí la primera ruta, con un recorrido de apenas 50 kilómetros en los que, girando alrededor de la mayor corta a cielo abierto de Asturias, se pueden contemplar, incluso desde el propio automóvil, 18 castilletes y la más importante concentración de activos artístico-patrimoniales de la cuenca. Se aportan también una serie de sugerencias que permitirían enriquecer la calidad del trípode turístico por excelencia, naturaleza, gastronomía y cultura, últimamente recogido en diversas publicaciones, pero que no puede ser adecuadamente asimilado sin el conocimiento del bagaje minero.

NOTA: La Ruta de los pozos y las sombras fue publicada en el año 2000 por la Universidad de Huelva, en el marco de las Actas de la III Sesión Científica de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, organizada en Huelva en noviembre de 1998 por el Grupo de Investigación Hidrogeología y Medio Ambiente de la Universidad. Enlace al pdf de la ponencia. Alguna de las fotos que ilustran esta página son recientes.

OBJETIVOS: PATRIMONIO INDUSTRIAL Y TURISMO CULTURAL


El Patrimonio Industrial puede considerarse como un nuevo bien cultural. Cada día son mas acusadas las tendencias que favorecen e impulsan la difusión de los recursos naturales y culturales ligados a una didáctica interpretativa de monumentos históricos, paisajes, hitos singulares y elementos culturales. La formación, la información y el tiempo libre han creado costumbres y hábitos cualitativamente distintos en  el disfrute del ocio y el llamado turismo cultural aparece como demanda creciente de un buen número de ciudadanos.
Nuestra pretensión al ofrecer una tentativa de “Ruta de los Castilletes” es simplemente el estimular el conocimiento de una realidad técnica, social, económica y cultural - la Cuenca Central Asturiana - a través de uno de sus testimonios simbólicos, el CASTILLETE, verdadero monumento de la industria del carbón, ese mineral que ha conformado la vida y costumbres de buena parte de la población asturiana durante siglo y medio. No tratamos de inventar o distorsionar ningún planteamiento  de la vida y trabajo minero, al contrario, simplemente evocamos hitos que ayuden a interpretar correctamente este ingente patrimonio de la industria, cuya visión cotidiana empaña a veces el desconocimiento de hechos y situaciones vividas, rescatándolas de la memoria y del olvido.
El Castillete no se explica al margen de su función y de su entorno, buscamos la sensibilización cara a su preservación y también las necesarias sensaciones y sentimientos ante una historia tan emotiva como impresionante. Si además conseguimos su puesta en valor, generando nuevos usos y una reutilización que dé futuro a nuestro pasado, con formas de bienestar hasta ahora insospechadas, nuestro objetivo se verá cumplido con creces.

INTRODUCCIÓN

A ningún historiador, economista e incluso urbanista, se le escapa la estrecha relación entre la minería y la dinámica social vivida en la CCC (Cuenca Carbonífera Central) durante los últimos 200 años, en ocasiones con carácter tan marcadamente épico que fuera de nuestras fronteras, hablar de Asturias es sinónimo de minería en su carácter más mítico. En una zona de 70.000 Ha, colonizada por ciudades alineadas en los valles de sus dos ríos principales (Nalón y Caudal), tapizada con numerosos bosques en la cabecera de los arroyos y definida geológicamente por una gran cuenca cobijada en la Rodilla Astúrica y “acunada” por las calizas basales del Carbonífero, se han realizado operaciones mineras en unas 70 capas diferentes (que el rico y curioso nomenclator minero ha multiplicado al menos por tres) y en magnitud muy superior a las huellas que aun perduran en un medio ciertamente fagocitador. La geología de esta cuenca, formada por; una columna estratigráfica de casi 6.000 m de rocas plegadas en una característica estructura que los ingleses definen como “caja de huevos” (alternancia de domos y cubetas o mejor, anticlinales y sinclinales) condicionó primero la geomorfología (caso del río Turón por ejemplo) y después el aprovechamiento humano de los recursos del terreno. El 90% de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana está ocupada por el Carbonífero productivo aflorante, el cual, a su vez, está siendo explotado casi al 100% por HUNOSA, empresa que nació en 1967 como resultado de la fusión de una veintena de sociedades incapaces de haber sobrevivido a las convulsiones de la época ni a la propia estructura del subsuelo, que en palabras de los geólogos C. Luque y J.A. Sáenz de Santa. María, constituye un modelo particular, siendo escasos los yacimientos de características similares en activo(R9)


Ruta de los Castilletes: los Pozos y las Sombras

Resulta difícil establecer los criterios y recopilar la información necesaria para evaluar el total de minas de montaña que existieron en la Cuenca Central. Ya en 1790 Jovellanos recoge en su “Tercera Expedición de Minas”, la existencia de una abundancia increíble de minas abiertas en el monte Carbayín (donde cita las minas de la Riega del Coplu, la del Soldado y la del Castañón de Alfonsón), en la parroquia de Feleches, en Lieres (la que llama mina Grande, explotada por ingleses), en el Solano y en el valle de Langreo, donde cita la de Corripio (que estaba ardiendo por aquellos días) y la del Madrilanu R1. Después aun vendrán dos siglos de efervescencia minera, incluso en épocas de profundas recesiones, por lo que no resulta descabellado establecer una cifra próxima al medio millar de minas esparcidas por nuestros montes y cuyo cortejo morfológico (bocaminas, planos inclinados, trincheras de ferrocarril, hundimientos, chimeneas, edificios, etc.) resulta ya casi invisible para el común observador. Más fácil es cuantificar los pozos horadados aguas abajo (al menos 41), si bien resulta descorazonador comprobar la fragilísima memoria histórica que caracteriza a nuestra sociedad, incapaz ya de situar con precisión algunos de los desaparecidos. Por desgracia, la catalogación y protección del soporte minero-industrial que albergó tantas gestas humanas, tantos proyectos titánicos y tanta generación de riqueza, está aun por realizar. Rellenar en parte esas lagunas y paliar tales ingratitudes es uno de los objetivos fundamentales de este trabajo. A lo largo del mismo, incluiremos una serie de notas con propuestas de actuación para la preservación y recuperación de la memoria del pasado la cual, como sabemos, ha sido siempre la clave del futuro.
(Nota 1) La ruta definida se articula con un GIS informático que puede ampliar la documentación no sólo con más detalladas descripciones del recorrido y con apuntes históricos, geológicos y técnicos, sino también con la inclusión de planos, y fotos, tanto antiguas como actuales.

POR EL VALLE DEL NALÓN

Comenzamos nuestra ruta en el Museo de la Minería, enclavado estratégicamente en el corazón de la Cuenca Central, a orillas de su río más histórico, el Nalón, y justo en el concejo, San Martín del Rey Aurelio, en el que la estructura geológica permite que las capas alcances mayores profundidades (hasta 3 Km bajo tierra). Con su inauguración el 4 de marzo de 1994, Asturias se suma a los países más desarrollados que rinden tributo a sus patrimonios minero-industriales con docenas de museos esparcidos por zonas mineras como Gales, Rhur, Westfalia, Illinois, etc.

Museo Mineria MUMI
MUMI, foto de Zarateman en Wikipedia

En palabras del propio director del MUMI, don Santiago Romero R12, la minería ha sido y todavía es la principal ocupación y fuente de riqueza de muchos pueblos de Asturias y es responsable de su desarrollo e industrialización durante los dos últimos siglos. Si se olvidara la historia de la minería y la de sus protagonistas sociales, los mineros, no tendría explicación nuestra historia contemporánea. Para conservar esa memoria y ahondar en el conocimiento del pasado minero e industrial, nació el Museo de la Minería.

SAN VICENTE Y LOS POZOS DE NESPRAL

Desde la plaza del MUMI, apenas a 500 metros hacia el Oeste, divisamos el histórico pozo San Vicente con un castillete testigo de innumerables acontecimientos desde su atalaya en la margen derecha del Nalón. Fue el único pozo en el que se realizó una experiencia de autogestión sindical, concretamente por parte del SOMA-UGT, entre los años 1926 y 1937. Fue profundizado 115 m con tres plantas a las que después de la Guerra Civil se añadieron otras tres para llegar hasta los 238 m de profundidad. Durante esa segunda época de explotación se le llamó pozo San Francisco si bien no arraigó en el acerbo popular. Cesó como pozo de arranque con la incorporación a HUNOSA, pero hasta fechas bastante recientes aun prestó servicios de ventilación y desagüe al pozo Mª Luisa.


Pozo San Vicente
Pozo San Vicente.
Foto de Alejandro Braña para las
Apenas a 500 m al Este del Museo, divisamos a la derecha del río Nalón el pozo Sorriego y en 1000 m más, llegamos al pozo Entrego, enclavado en el núcleo urbano de igual nombre. Ambos pertenecieron a la empresa Nespral y Cía hasta que HUNOSA los absorbió en 1967. Nespral explotó las capas más altas de la serie estratigráfica de la Cuenca Central, y sus numerosas galerías fueron definiendo el inconfundible Sinclinal de El Entrego, la mayor estructura geológica de la cuenca, apenas perceptible en superficie. Conviene deshacer aquí el equívoco histórico de considerar al pozo Entrego como el más primitivo de Nespral & Cía. y, a su vez, el más antiguo de la Cuenca, en competencia con el pozo Fondón. La consulta de fechas en documentos y planos de labores, conceden al pozo Sorriego una clara prioridad cronológica sobre el Entrego pero no así sobre el Fondón.


Pozo Sorriego

Pozo Sorriego
Pozo Sorriego.
Foto de José Luis Soto para las


Pozo El Entrego
En septiembre de 2010, se terminó de construir frente al castillete del Pozo Entrego,
y previa demolición de su casa de máquinas, un centro más de empresas tecnológicas...
Foto Fenando Geijo, lne.es

Tras el cierre de estos pozos en febrero de 1993, HUNOSA ha posibilitado diversas actuaciones en sus instalaciones pero sin concretar aun el paso a las administraciones locales. Por ahora han sido derribadas las tolvas de hormigón, de agobiante presencia urbana, mientras que otras dependencias, como el antiguo edificio de oficinas, fueron reconvertidas en Centro Cultural Municipal por la Escuela Taller de la Fundación para las Comarcas Mineras (FUCOMI).
Arriba en la montaña podemos observar la huella de lo que fue la corta a cielo abierto del Abeduriu, rehabilitada en un área recreativa por un Módulo de Medio Ambiente en el ámbito de la Escuela Taller citada R14.

Capilla de Nuestra Señora de Covadonga en la Campa de L´Abeduriu
Santa Bárbara de la Capilla de Nuestra Señora de Covadonga en la Campa de L´Abeduriu
Fotos Ángel Bravo Torre

La verticalidad de la capa San Pedro supuso en su día un reto al cálculo geotécnico; hoy, su arenisca de muro, acondicionada como rocódromo, es otro reto pero de tipo deportivo. El refugio de montaña, los merenderos, las vistas paisajísticas y la calidad en general del enclave, justificaría un desvío en la ruta que supondría añadir  no más de 2 Kms al itinerario.
(Nota 2) Sería aconsejable y sumamente barato el instalar paneles, no sólo con las principales características históricas y técnicas del pozo Entrego sino también con planos de labores que consideramos altamente instructivos para suplir la carencia de referencias al respecto.

LA MINA y EL POZO Mª LUISA

Siguiendo aguas abajo por la antigua carretera general, arteria principal de la localidad de El Entrego, y adentrándonos por el primer valle a nuestra izquierda (Cubas o Villar), alcanzamos la centenaria bocamina del 1º de Mª Luisa, cuya fecha luce con claridad en la piedra de clave: 1897.

Bocamina del Pozo Mª Luisa
Bocamina del Pozo Mª Luisa

La mina Mª Luisa se mantuvo como centro productivo hasta el 18 de abril de 1969 día en que se trasladó definitivamente al personal de las minas de monte al pozo Mª Luisa. No obstante, los 2.700 m del transversal aun cumplen otras tareas mineras (ventilación para el pozo Mª Luisa y desagüe para el centenar de bocaminas que existieron aguas arriba de este valle, hoy apenas perceptibles entre la exuberante vegetación) lo que la convierte con seguridad en la mina más antigua en actividad.
En menos de un kilómetro desde la mina, llegamos a la plaza del mítico pozo Mª Luisa, donde la canción nos habla de luchas y tragedias con la camisa roja de sangre de un compañero. Inaugurado el 15 de marzo de 1942, reúne varias circunstancias que lo hacen especialmente llamativo: fue el primer castillete de España que se construyó con soldadura; igualmente, en 1973, sería también el primer pozo en instalar un segundo castillete construido sobre el antiguo y a 901 del mismo, formando lo que nos permitimos definir como una auténtica macla de hierro de la arquitectura industrial, de forma que sus máquinas de extracción se individualizaban en edificios diferentes pero comparten el mismo pozo, el cual, a su vez, es el único que conocemos cuyo agujero es de sección oval en lugar de circular. Por si todo ello fuera poco, en 1976 se convirtió en el primer pozo minero al que descendió don Juan Carlos I siendo Rey de España .

Pozo Mª Luisa
Pozo Mª Luisa


Pozo Mª Luisa. Foto de Alejandro Braña para las
Al Norte del pozo Mª Luisa, entre los restos de su antiguo lavadero y el río Nalón, podemos contemplar una de las montañas antropogénicas que aun restan como impactos visuales crecidos vagón a vagón, metro a metro, como testigos de la capacidad extractiva de los topos humanos. En ella subsiste la reproducción en hormigón de la “rampla” donde se probó la famosa H1, la primera rozadora diseñada y construida por HUNOSA.
(Nota 3)En la plaza de Mina Mª Luisa se van asentando nuevas actividades, como el picadero de caballos situado enfrente de la mina. Nos permitiríamos sugerir que albergara en sus cuadras algún ejemplar de las famosas mulas que tan heroicamente prestaron sus fuerzas a los menguados recursos de aquellos mineros. Igualmente, sería recomendable adecentar los accesos y colocar alguna placa orientativa. En el pozo Mª Luisa, se podrían colocar carteles en las máquinas que adornan la plaza del pozo.

CIAÑO, CONJUNTO MONUMENTAL

Abandonamos el pozo Mª Luisa dejando a nuestra derecha la barriada minera cuyas calles tienen como punto de fuga la imagen del mítico castillete. Apenas a 1 Km del pozo y casi enfrente de la magnífica iglesia de Ciaño de Langreo cuyo pórtico románico está catalogado como monumento nacional, se nos aparece el monumento a los tres hermanos Felgueroso (Víctor, Secundino y Constantino) inmortalizados en 1962 en el parque que lleva el nombre de su hermana Rosario.

Monumento a los hermanos Felgueroso, Ciaño
Monumento a los hermanos Felgueroso.
Foto Zarateman

Estos empresarios y facultativos de minas protagonizaron una de las más increíbles páginas del tesón humano: en Gijón, en una zona donde jamás afloró ninguna capa de carbón, los hermanos Felgueroso Fdez-Nespral, atendiendo a los razonamientos de los viejos geólogos decimonónicos, comenzaron en 1901 una infatigable investigación, llena de dificultades técnicas y fracasos económicos que culminó 30 años más tarde con la apertura del pozo La Camocha. A unos 400 m del monumento de los hermanos Felgueroso, y después de pasar ante la torre medieval de Ciaño, cruzamos la invisible frontera con Sama y nos adentramos en el mayor complejo asturiano de aprovechamiento y tratamiento del carbón, las instalaciones de Camellera & Modesta.

Torre de Ciaño, matasellos
Torre, del siglo XIV, es Monumento histórico - artístico y Bien de Interés Cultural. Perteneció a Don Alberto García Ciaño y, posteriormente, a Don Iván Bernardo de Quirós, cuya viuda se la vendió a don Pedro de Solís. La familia Solís habitó en la casa anexa durante los siglos XVI y XVII. Don Pedro remodeló la torre y la casa construyendo un pasadizo que las comunicaba y un desván con cubierta para la torre. Tiene forma cilíndrica, tres plantas y una cubierta cónica. Mide aproximadamente nueve metros de diámetro exterior y casi trece de altura. Actualmente alberga el Museo de la Emigración y la sede de la asociación, “Langreanos en el Mundo”, organizadora de la exposición y matasellos que se contempla en la tarjeta emitida por GRUCOMI.

LAVADERO MODESTA Y PLANO NALÓN

Girando a la izquierda de la primer rotonda, dos imágenes deben captar nuestra atención: primero, la vista de una de las más productivas y modernizadas empresas que actualmente existen para derivados del carbón, la Química del Nalón, heredera de la casi centenaria Sociedad Carbones La Nueva; y segundo, el espeso bosque que tapiza todo el monte de la izquierda, en el cual, pocos observadores podrían perfilar lo que fue la mayor escombrera de Asturias. De forma optativa y previo acuerdo con las direcciones del lugar, podemos hacer un paréntesis para visitar las instalaciones.
A media ladera se encuentra la entrada del plano Nalón, una auténtica fauce que se abre hacia el interior de la Tierra durante 2.500 m de continuo descenso con 141 de pendiente. Comunica con varias plantas de los pozos Mª Luisa, Samuño, San Luis y Sotón en un intrincado laberinto subterráneo de más de 15 Km de galerías principales y varios cientos de secundarias. La gigantesca cinta del plano Nalón, instalada en 1975 como la segunda de sus características en Europa, no sólo permite la extracción de la producción de aquellos pozos sino también la reintroducción del estéril sobrante para utilizarlo como relleno de las capas. La contemplación de la reversibilidad de la cinta, es un increíble espectáculo y un monumento a la capacidad humana.
Al pie del plano Nalón se extiende el Lavadero Modesta, construido entre los años 1973-75. Todo el complejo sistema de lavado del carbón, clasificación de estériles y depuración de aguas, tiene capacidad para tratar toda la producción de los pozos de la cuenca del Nalón sin que, por primera vez en muchas generaciones, las aguas del río Nalón bajen negras como homenaje a Palacio Valdés.

Lavadero Modesta
Lavadero Modesta, derruido en 2009
Obras del futuro parque. Foto de J.M. Sanchis, 2012

Presidiendo todo el lavadero, se yergue el castillete del pozo Modesta y casi al pie del mismo, la bocamina del 1er piso. Enclavado en la propia estación de ferrocarril de RENFE, su futuro no podía ser más prometedor cuando fue puesto en producción por la Duro Felguera, a comienzos de los años 1960. Sin embargo, sólo se mantuvo en producción hasta la integración  en HUNOSA, con lo cual ostenta el triste récord de haber sido el centro de extracción de vida más efímera.
(Nota 4) HUNOSA mantuvo el bombeo del pozo Modesta hasta 1985, en que diseñó un ingenioso dispositivo de vasos comunicantes para extraer el rebose de las aguas por el plano Nalón sin que se vean afectadas las principales instalaciones del lavadero. Tras la inundación definitiva del pozo, creemos que se podría derribar el hormigón del 1er piso y dignificar la boca mina original.

MONUMENTOS DEL PARQUE DORADO

Salimos por el extremo Norte de las instalaciones de Modesta y nos adentramos en Sama de Langreo para realizar una parada en el parque Dorado. En este histórico pulmón de la ciudad podemos encontrar dos monumentos a cada cual con historia más interesante:
  • Monumento a don Luis Adaro o “La Carbonera”, nombre popular para un monumento en mármol que también evoca un pasado en el que la figura de las carboneras era demasiado frecuentes para garantizar parte de la subsistencia familiar. En una placa trasera podemos leer “A don Luis Adaro, 1849/1915, varón justificado, ingeniero eminente, geólogo esclarecido. Impulsó con su dirección y fomentó con su consejo el desarrollo industrial de Asturias”. Se inauguró el 25 de julio de 1918 y se costeó con  37.681 pts recaudadas por suscripción popular; tras el pago al escultor Lorenzo Coullaut Valera, se creó el Premio Adaro en la Escuela de Minas de Mieres con 6.547 pts que sobraron.
(Nota 5) La placa trasera del Monumento Adaro resulta de difícil lectura por falta de un adecuado mantenimiento que desde aquí pedimos a los organismos competentes.


Monumentos del Parque Dorado
Monumentos en el Parque Dorado (foto Zarateman) y 
portada del libro de Ramón Mañana dedicado a Luis Adaro y Magro
  • Monumento a los caídos en la mina: El 14 de julio de 1949 la minería se estremeció al saber que una explosión de grisú en el pozo Mª Luisa había segado la vida a 17 mineros. Uno de los supervivientes, Valentín Fdez. Antuña,  que entonces tenía 15 años y había entrado el año anterior con filiación falsa, aun con lágrimas lo recordaba: "era la hora de salida del relevu cuando la explosión. A mi sacome sin conocimientu Paulón el vigilante. Allí quedaron pa siempre Tino, Campal, Carrocera, el Chato... Y Santín que dejó huerfanos a 11 fios. Eramos casi todos unos críos" (R7). La conmoción en los habitantes del valle hizo que un obrero metalúrgico, don José Merino Roces, presentara la idea de construir un monumento en el parque Dorado. El ayuntamiento aprobó la idea en 1952 y en la sesión del 23-2-55 adjudicó la obra por un presupuesto del orden del millón de pesetas a los arquitectos Fernando Cabestany y Juan José Suarez Aller y al escultor Amadeo Gabino, no sin antes hacerles algunas indicaciones para que recortasen el excesivo volumen de su monumento. Por suscripción popular se recaudó una cantidad que en septiembre de 1955 ascendía ya a 221.000 ptas. Se inauguró el 1 de mayo de 1957 con la asistencia del gobernador civil don Francisco Labadíe Otermín. Langreo se convertía así en el primer municipio de España en rendir homenaje a los trabajadores caídos. (R6) El interior del monumento cumplía además funciones de almacén de jardinería pero en los años 1980 fue derruido por considerarlo de gran impacto visual; en su lugar se construyó una glorieta ajardinada en la que se conservaron algunas de las placas de mármol que tapizaban el monumento así como la estatua de un picador alzando su pica o regadera”.

POZO FONDÓN y MINA LA NALONA

Los mineros del Fondón
 todos usamos boína
con un letreru que diz
todo sale de la mina”

Los castilletes del Fondón ejercieron siempre como torres de bienvenida al viajero que desde la capital o desde la costa se adentraba en la cuenca minera. Situado entre Sama y La Felguera, en la margen izquierda del Nalón, puede catalogarse como el pozo de carbón más antiguo de la Cuenca Central. Se abrió en la primera década de este siglo al pie de la famosa y ya entonces centenaria mina La Nalona y cerró como unidad de explotación el 1 de Agosto de 1995 al concentrarse su yacimiento con el del vecino pozo Candín.

 Pozo Fondón (2012), fotos Maite Bravo

Contó con dos castilletes de remaches hasta que el 3 de Abril de 1993 se desmontó el del pozo N 1 por necesidades técnicas y de seguridad. Alcanzó 667 m. de profundidad en nueve plantas reprofundizadas en épocas diferentes. Se calculan en 300.000 los metros lineales horadados, pega a pega, entre galerías en roca y carbón bajo el subsuelo langreano. Durante la postguerra se usó como colonia penitenciaria para redención de penas. Posteriormente fue cuna de famosos sindicalistas y el 25 de Agosto de 1985 acogió las cenizas del ex-presidente de HUNOSA don José Manuel Fdez. Felgueroso, quien había iniciado en este pozo su carrera profesional como ingeniero. La locomotora de vapor recientemente recuperada, nos recuerda en su circuito alrededor de la plaza del pozo que esas viejas compañeras de hierro y humo merecen por sí mismas la propuesta de otra ruta alternativa. El pozo Fondón es sede de la famosa y condecorada Brigada de Salvamento Minero y, desde 1996, sede también del Archivo Histórico-Documental Minero, con lo cual ha pasado a albergar un producto que en los tiempos que corren es quizá más valioso que el propio mineral: la información. (R13)

Cartel de la exposición que Grucomi dedicó al Centenario de la Brigada de Salvamento Minero
Cartel de la exposición que desde Grucomi dedicamos al 

A escasos 100 metros del propio pozo, se encuentra La Mina La Nalona una de las primeras minas asturianas de carbón. Su situación en la orilla izquierda del río Nalón permitió durante años el transporte del mineral por chalanas hasta el puerto de San Esteban de Pravia, en viajes que duraban 3 días en el descenso y más de 10 o incluso 15 en el ascenso R1. Desde su bocamina, no dejemos de contemplar la exuberante masa arbórea que de forma natural ha mimetizado, una vez más, la escombrera.

Mina La Nalona, foto de Ángel García Díaz
Mina La Nalona, foto de Ángel García Díaz

(Nota 6) Consideramos plausible la reciente reconstrucción de la boca mina La Nalona por una escuela taller, pero no podemos felicitarnos ante el artificioso resultado de la piedra empleada. Sería recomendable subsanar este defecto.
La respuesta al por qué la mina La Nalona tan sólo tuvo dos pisos y todas sus capas desaparecían misteriosamente antes de llegar a la superficie, encuentra explicación tomando la carretera AS-111:
A lo largo de los próximos 3 kilómetros, comprobaremos que los estratos carboníferos (verticales) están cubiertos por estratos cretácicos (horizontales) formando una espectacular discordancia cuya reconstrucción histórica no habla de un proceso que escapa a cualquier cronología humana: tras el depósito y consolidación de los terrenos carboníferos en horizontal, enormes esfuerzos tectónicos los fueron verticalizando. Un posterior proceso erosivo transformó los terrenos hulleros en una llanura. Varios millones de años más tarde, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, aquella planicie se cubrió nuevamente de agua y se fueron depositando, otra vez en horizontal, terrenos mucho más modernos, menos consolidados y sin una sola capa de carbón, tapando además a los ricos estratos productivos. Durante los últimos millones de años tan sólo se vieron afectados todos ellos de un ligero basculamiento, alguna falla y, por supuesto, de nuevo el imparable proceso erosivo que, por ahora, ha modelado un paisaje de valles.

LAS VISTAS DESDE EL CIELO...ABIERTO

Ascendiendo por la carretera AS-111 y poco antes de llegar a la cumbre, salimos 50 metros a la izquierda, en la carretera de entrada a la aldea de Cabofel, y nos detenemos para contemplar el impresionante ejemplo de la capacidad del hombre como último agente paisajístico. Lo que podemos contemplar a nuestros pies es una inmensa fosa creada para albergar los estériles de toda la minería finisecular del valle del Nalón, la Escombrera de La Matona, la cual está rellenando lo que fue la corta a cielo abierto de igual nombre que, a su vez, explotó el millón de toneladas de carbón que no consiguieron extraer las minas Imperial, Cogida y Hermosura ante la enorme complejidad geológica que tenía aquél monte (estamos en pleno Sinclinal de Sama y Anticlinal Complejo de Santa Rosa). La restitución morfológica y vegetal que podemos ya contemplar, es un homenaje al bien hacer de la técnica y obliga a dar un voto de confianza para continuar con el proceso de relleno y recuperación  a lo largo de los próximos años.
Llegando ya al alto de San Emiliano, el Samillanu de algunos lugareños, podemos aceptar con un acto de fe que en el monte de la derecha también se instaló una corta minera, el cielo abierto de El Cantil. Explotó las capas Generalas, tristemente famosas por su alto contenido en grisú, el cual, evidentemente no supuso ningún problema en ese tipo de minería. Actualmente alberga una moderna plantación de horticultura.
En el alto nos desviamos a la izquierda para hacer un pequeño bucle en la ruta cogiendo la carretera a la Tejera. Cuando totalizamos 17,7 Km y unos 40 minutos de nuestra ruta y antes de llegar a la corta de La Mozquita, nos detenemos al lado de una casa-cochera, en lo que podríamos llamar mirador del valle del pozo Tres Amigos, al cual  contemplamos al fondo del frondoso valle. El pozo Tres Amigos perteneció a la empresa Sela y Sela hasta su integración en marzo de 1969 en HUNOSA quien aun lo mantiene en producción. En el horizonte se divisa la inmensa mole calcárea de la Sierra del Aramo, cobijo de una minería milenaria.

Pozo Tres Amigos, Libro

En el caso de este “mirador”, no sería descabellado invitar a la iniciativa privada para que la caseta o cochera que hoy lo ocupa, se transformase en un mirador auténtico y dedicado a la exaltación paisajística.
Atravesamos a continuación un paisaje en el que han confluido las dos mayores cortas a cielo abierto que subsisten en Asturias: la corta de La Mozquita y la corta de San Víctor. En kilómetro y medio llegamos a la explanada de la Tejera, donde se mantiene un armazón metálico de los concursos de entibadores mineros. En este punto podemos dar la vuelta para continuar con nuestra ruta por la carretera AS-111, o cortar hacia el pozo San Luis, bajando por la aldea de San Roque. En cualquier caso, no dejemos de valorar el Monumento a la Paz, construido por los lugareños en mayo de 1983 "en recuerdo a los caídos en la guerra y la postguerra de los concejos de Langreo y Mieres".
(Nota 8) Debería abrirse un concurso de ideas para la minoración del impacto estético de este monumento. Sería interesante mantener los cuadros de mina entibados de forma permanente y aconsejar al bar de la plaza que vuelva por sus antiguos fueros de las tres ces (calidad, cantidad y coste). Si así se hiciese, la parada en la ruta no sólo sería aconsejable sino, obligatoria.

POR LAS TIERRAS DEL CAUDAL

De vuelta a la carretera AS-111, descendemos desde Santo Emiliano en dirección a Mieres para adentrarnos en el otro gran valle de la Cuenca Central, el Caudal, con explotaciones más jóvenes pero no menos intensas y míticas que las del Nalón. Mientras descendemos, podemos observar a la izquierda, en el km 24.3 y a los 55 minutos de nuestro recorrido, otro frondoso valle del cual emerge un pozo minero con dos castilletes, es el pozo Polio enclavado en la Güeria del río San Juan. Comenzó la explanación de la plaza en mayo de 1952; un año después se barrenó la primera "pega" para su profundización. En 1980 se consideraron agotadas sus reservas pero aún prolongó su vida doce años más, hasta que en 1992 cerró definitivamente. Sus 10 plantas de explotación alcanzaron un total de 606 m de profundidad, lo que le convirtió en el pozo más profundo de toda la cuenca del Caudal.

Pozo Polio

Llegamos al primer cruce del casco urbano de Mieres y giramos a la derecha para pasar por delante de la mayor instalación de transporte y tratamiento de carbón en esta cuenca, el lavadero de Batán y la cinta de Sueros. Todo el mineral extraído en los pozos Montsacro y San Nicolás, es conducido por la cinta que vemos cruzar sobre la autopista y adentrarse por el monte del fondo. Un largo túnel de 2 Km la lleva al pozo nº 1 de Nicolasa y de ahí, a su vez, al Montsacro, constituyendo todo ello un gran complejo extractivo levantado en el primer quinquenio de los años 1970. La construcción de este complejo, al cual también llegan los carbones del pozo Tres Amigos como hasta hace poco lo hicieron los de Polio y Barredo, permitió la eliminación de varios pasos a nivel que dividían peligrosamente las principales calles de Mieres. Hoy día, los terrenos que ocupa son ambicionados para los proyectos de urbanísticos de Mieres por el único flanco en el que cuenta con serias posibilidades de expansión.
(Nota 9) La visita desde aquí a los pozos Nicolasa, Llamas y Montsacro, será ocasión para otra ruta, en la que se incluirán también los de Olloniego y Tudela Veguín.

POZO PEÑA DE MIERES, 
EL MÁS ANTIGUO DE LA CUENCA

Apenas a 500 m del lavadero Batán, podemos contemplar lo que resta del pozo Peña, el pozo minero más antiguo de la Cuenca Central, dato apenas conocido e incluso ignorado por la mayoría de los historiadores, olvidando que el mercurio es quizá la más penosa de las minerías del hombre. Según recoge el geólogo don Carlos Luque en su tesis doctoral sobre el mercurio en Asturias (R9), el pozo Peña perteneció primero a la Unión Asturiana y después a Herrero y Cía, constituida en 1843. Cuando los pozos del Nalón estaban todavía planificando su profundización en la primera década de este siglo, el pequeño castillete cuyos restos contemplamos, ya existía con varias plantas por debajo del río Caudal.

Castillete pozo La Peña, Mieres
Castillete del Pozo La Peña.
Foto de José Luis Soto para las

A su lado, también en el siglo pasado y con varias plantas por debajo del río Caudal, según atestiguan los planos realizados en 1884 por el francés Dory, se profundizó otro pozo, La Unión, del que no queda resto alguno. Debemos recordar que la explotación del mercurio en esta zona de Asturias ya fue realizada por los romanos para amalgamar el oro que extraían del occidente. Un dato también muy poco divulgado es que en la última década de los años 1960 y comienzos de los 70, Asturias llegó a ser una potencia en el ranking del mercurio, habiendo alcanzado el 5% de la producción mundial y cerca del 15% de la nacional (evidentemente con Almadén a la cabeza).
Desde el pozo La Peña podemos visitar el pozo Terronal, con su castillete rojizo, como el cinabrio que explotó hasta el año 1974. Situado apenas a 1 Km por la carretera a San Tirso, perteneció primero a la empresa El Porvenir de Asturias y después a la Astur Belga de Minas. Sus instalaciones, relativamente bien conservadas, permiten la contemplación de un sistema completo de extracción y tratamiento del mineral.
(Nota 10) Debería abordarse un serio plan de recuperación de lo que resta del pozo Peña. Señalizando y al menos ajardinando un enclave que es visible desde la misma autovía de La Plata y que hoy se encuentra en manos de particulares como almacén y gallinero. Por otro lado, la próxima construcción de la Autovía Minera por el valle de San Tirso, aconseja realizar también una llamada de atención sobre las posibilidades del pozo Terronal.

POZO BARREDO y MINA MARIANAS

Atravesando la villa de Mieres en dirección Sur, llegamos al pozo Barredo, enclavado en pleno casco urbano. El Barredo, o Barreo para algunos lugareños, es un pozo histórico al que numerosos acontecimientos acrecentaron su carácter mítico en el mundo de la minería. Perteneció a la empresa minero-metalúrgica Fábrica de Mieres quien lo puso en funcionamiento en 1943 con el fin de explotar en profundidad los carbones que aguas arriba habían extraído los grupos Marianas, Corujas y Baltasara. Alcanzó 362 m de profundidad dividida en cinco plantas. Este pozo fue el primero al que descendió don Juan Carlos de Borbón, siendo príncipe de España. En las Navidades de 1991 al 92, las ejecutivas mineras del SOMA y CC.OO. se encerraron en una galería; hasta que consiguieron desbloquear el Plan de Futuro de HUNOSA.

Pozo Barredo
Pozo Barredo, foto Ángel García Díaz

La plaza del Barredo, con la típica chimenea de ventilación presente en tantas fotos históricas, aun conserva las principales de sus instalaciones mineras si bien gran parte de las obsoletas ya están dejando sitio al proyecto del campus universitario que dotará de futuro a este pasado industrial tan lleno de vivencias. Ascendemos las escaleras que nos llevan a la boca del pozo y cruzando a través de los barracones, llegamos a la histórica bocamina del 1º de Mariana, del año 1920, quizá la más fotografiada en su época. En sus proximidades se levantó otro gran castillete del cual sólo queda un exiguo registro fotográfico y un casi nulo recuerdo popular.

Mina Mariana, foto de Ángel García Díaz
Mina Mariana, foto de Ángel García Díaz

Desde la atalaya que propicia la plaza del Barredo, podemos contemplar que será nuestra siguiente parada, el barrio de Vega de Arriba con el monumento a los mineros fallecidos en accidente de trabajo. Esta escultura en bronce del langreano Miguel Angel Lombardía, se financió por suscripción popular tras la tragedia vivida en el pozo Nicolasa el 31 de agosto de 1995, cuando una explosión de grisú  segó la vida a 14 mineros, cuatro de ellos de nacionalidad checa. Desde el día de Santa Bárbara del año siguiente, una llama permanece encendida en el interior del torso adquiriendo mayor intensidad cuando ocurre alguna otra tragedia en el mundo minero.

Enteropostal monumento mineros fallecidos accidente trabajo
Enteropostal de 1998 del Monumento a los mineros
fallecidos en accidente de trabajo

(Nota 11) La bella arquitectura de la bocamina Mariana, exige más que aconseja la demolición de los barracones que actualmente la ocultan. En cuanto al monumento a los mineros fallecidos, nos permitimos sugerir que se añada algún colorante al gas de forma que la llama resulte más visible.

ASCENDIENDO POR EL VALLE DE TURÓN

Desde Mieres, tomamos la autopista en dirección Sur y en 3 Km, o lo que es igual, en el Km 41 de nuestra ruta, pasamos ante otra de los gigantescas impactos levantados por los topos humanos: la escombrera de Reicastro, centinela de las últimas cuatro generaciones de las localidades que la contemplan: la milenaria plaza de Ujo y la tardofranquista barriada de Figaredo. Formada con los escombros extraídos de las minas de Hulleras de Turón, se la está haciendo desaparecer desde hace unos cinco años, bien reutilizando para obras públicas los mejores de sus estériles o bien quemando en la central térmica de La Pereda los más abundantes en carbón.
Tomamos la primera salida de la autopista para adentrarnos hacia el valle de Turón, no sin antes contemplar la antagónica belleza de dos arquitecturas elitistas: en la margen izquierda del río Caudal, el sobrio chalet de la Sociedad Hullera Española antigua sede de la empresa del Marqués de Comillas. Las vidrieras del lucernario son dignas de admiración y sus motivos mineros nos recuerdan el origen de esta singular construcción. Entre los años 1980 y principios de los 90 acogió al Servicio de Geología de HUNOSA, razón por la cual muchos lo conocen como "chalet de los geólogos”. Actualmente es sede de la Fundación de las Comarcas Mineras, FUCOMI, quien lo rehabilitó a cargo de una escuela taller. En la margen derecha del río, el majestuoso Palacio de los Figaredo, durante muchas décadas sede de la familia propietaria de Minas Figaredo, actualmente está en uso como centro formativo, también de FUCOMI.
(Nota 12) Desde aquí es posible continuar por otra ruta que también será objeto de futura dedicación, la Ruta del Aller, con los pozos San Jorge, Santiago, San Antonio y San Fernando, además de numerosos otros hitos minero-industriales.

Cruzamos por delante de la típica barriada minera de Figaredo para tomar la carretera AS-337 e introducimos por el valle de Turón, el valle con más densidad de minas por Km que se conoce en nuestras cuencas. Aguas arriba de este afluente del Caudal tuvieron asiento desde principios de siglo y sobre todo entre los años 40 y 60 (casi dos centenares de bocaminas!, pertenecientes a grupos tan históricos como evocadores: Figaredo, Escribana, Santo Tomás, Clavelina, San José, San Víctor, Podrizos, San Benigno, Rabaldana, Espinos, Fortuna, Urbiés, etc. Hoy día podemos contemplar seis castilletes y apenas otras tantas bocaminas de aquella exuberancia minera:

POZOS SAN INOCENCIO Y SAN VICENTE

La Mina Figaredo reúne en sí misma dos circunstancias de gran solera: fue la primera empresa minera en instalarse en el valle de Turón y la última en continuar explotando sus carbones.

Minas de Figaredo, foto de Ángel García Díaz
Minas de Figaredo, foto de Ángel García Díaz

Fue fundada por Vicente Fernández Martínez en 1867, por lo que será además, hasta el momento en que oficialmente se integre en HUNOSA, la empresa minera en activo más antigua de Asturias. El conjunto minero de Figaredo es de sumo interés, podemos apreciar la diferencia entre una torre de extracción (pozo San Vicente, sin tornapuntas y con la máquina de extracción situada en la parte superior) y un castillete, como el del pozo San Inocencio, con tornapuntas y la máquina de extracción situada  a ras de suelo y a cierta distancia del pozo. La esbelta chimenea de ventilación preside toda la plaza como un símbolo de antigua y orgullosa verticalidad.

Pozo San Vicente, Turón
Pozo San Vicente.
Foto de Sara López Arraiza para las
postales de Castilletes de "Montaña Central"

Pozo San Vicente, foto de Ángel García Díaz
Pozo San Vicente, foto de Ángel García Díaz


Pozo San Inocencio, Turón
Pozo San Inocencio.
Foto de Estefania Luces para las

Continuamos nuestro ascenso por la carretera As-337, pero a la entrada de Cabojal cogemos el desvío que sale a la derecha y bordeamos el parque público “José Angel Fdez. Villa”, construido sobre lo que fue la escombrera de la Mina Riquela e inaugurado el 17-11-1991 por el ex Consejero de Industria don Víctor Zapico. Desde su atalaya podemos contemplar las instalaciones de Minas Figaredo recortadas contra la imponente masa caliza de la Sierra del Aramo que, una vez más, asoma por el oeste. En la ladera norte del valle se nos aparecen las escombreras particulares de Mina Escribana, paradas hace casi una treintena de años y, curiosamente apenas sin revegetar.

LA CUADRIELLA

Entramos en los tramos medio y alto del valle, es decir, en los dominios de la Sociedad Hulleras de Turón, constituida con capital vasco en 1890 con el fin de explotar los excelentes carbones (del mejor tipo Cardiff inglés, decían todos los especialistas) de los que vivirían durante mucho tiempo los Altos Hornos de Vizcaya. La construcción de las instalaciones centrales en La Cuadriella obligó, entre otras obras, al desvío y canalización del río. Del gran complejo industrial que se levantó se conserva un riquísimo patrimonio del que podemos destacar el lavadero, construido a finales de los años 1920 con tecnología casi actual, los talleres en los que se llegaron a construir grandes locomotoras y los chalets del subdirector y del director, el famoso ingeniero Rafael del Riego, fusilado durante la Revolución del 34. La chimenea de La Central, inactiva al menos desde los años 1950, preside todo ello cual vigía permanente que parece guardar los tesoros del Valle y simbolizar el destacado carácter industrial que tuvo el territorio en otro tiempo (R8). En 1972 se paró el casi centenario ferrocarril Vía Estrecha para transformar su caja en la pista rodada por la que continuaremos nuestra ruta camino de los pozos de San José y Sta. Bárbara. Aquél mismo año, Avelino Rguez, decano de los trabajadores de Vía Estrecha, y José Manuel Fdez. Felgueroso, ingeniero director del grupo minero, inauguraron al pie de la vieja locomotora Turón-3, una placa que decía: A todos aquellos que con su esfuerzo hicieron posible que la riqueza de nuestro subsuelo contribuyese al progreso y bienestar de España. Sesenta millones de toneladas dan fe de ello.
(Nota 13)Tanto la locomotora Turón-3 como la placa conmemorativa del cierre de Vía Estrecha, están actualmente depositadas en el MUMI. La fenomenal plaza industrial de La Cuadriella requeriría un ambicioso plan protector y/o recuperador.


Locomotora Turón 3, foto de Ángel García Díaz
Locomotora Turón 3, foto de Ángel García Díaz

POZO Y ESCOMBRERA SAN JOSÉ

Poco antes de llegar al pozo San José por la pista carbonera “Vía Estrecha”, nos adentramos en la barriada de San Francisco, inaugurada en 1917 por la empresa Hulleras de Turón y recientemente derribada para transformarla en una urbanización moderna en la que sin embargo no se eliminó el tradicional estilo del hábitat minero. Algunas fotos antiguas nos permiten recordar que se trataba de cinco largas alineaciones de bloques con dos plantas. El día de Santa Bárbara de 1979 se erigió en este barrio otra de las esculturas que podemos contemplar en nuestra ruta, el Monumento al Minero Jubilado, un bronce que el ex empleado de HUNOSA, Félix Magdalena, realizó como homenaje al minero que se jubila: un viejo minero entrega su lámpara al joven güaje que le relevará en las tareas subterráneas.
En septiembre de 1923 el Príncipe de Asturias y el Presidente de Gobierno, don Miguel Primo de Rivera, visitaron las instalaciones de Hullera Española en el grupo San José, el cual presumía de ser el primero en equipar todos sus talleres con martillos picadores y alcanzar así el 99,57% de la producción “mecanizada”. En 1949 la SHT, previendo el agotamiento de las reservas de montaña, comenzó la profundización del pozo San José que sería inaugurado por el ministro de Industria, Sr. Planell, el 25 de septiembre de 1957 y cerrado por un anónimo minero 46 años más tarde. La apertura de este pozo, obligó una vez más, al desvío y encauzamiento del río pero permitió a la empresa alcanzar al año siguiente la producción más alta de su historia: 1.372.700 toneladas brutas, de las cuales se aprovecharon 811.00 t de hulla lavada, o sea, casi un rendimiento del 60%. (R6). La proximidad del cementerio nos obliga por fuerza a homenajear de nuevo a todos los mineros que rindieron tributo bajo la tierra, recordando en este caso a los 11 fallecidos del lunes 14 de agosto de 1967 en el vecino 1º de Santo Tomás por otra fatídica explosión de grisú.

Pozo San José
Pozo San José, fotos de Ángel García Díaz
Pozo San José

A espaldas del pozo y hasta el cierre del mismo a finales de 1992, fue creciendo otra imponente montaña de estériles extraídos al subsuelo. Del enorme impacto visual que atestiguan las fotos antiguas, se ha pasado a un tratamiento espectacular en el que se han suavizado los taludes, desaparecido las bermas y revegetado el suelo, de manera que hoy día, la gran mancha gris de la escombrera de San José es ya sólo un recuerdo fotográfico.
(Nota 14)Toda la vuelta de vacío exterior, la sala de embarques y las cintas de reenvío de estériles fueron cubiertas con una audaz estructura de hormigón, pero su conservación actual dice muy poco de lo mucho que en su día representaron. Sería interesante convocar un concurso de ideas para la adecuación de todo este patrimonio.

SANTA BÁRBARA y SAN VÍCTOR

En la cuenca central son numerosas las referencias a la patrona de los mineros; al menos tres pozos llevaron el mismo nombre: el pozo Santa Bárbara de la S.I.A. en Moreda, el que explotó Duro Felguera en La Cerezal, y este que ahora vemos, con sus dos castilletes enclavados en La Rabaldana y, al contrario que el anterior, en la margen derecha  del río Turón. El 26 de agosto de 1926, Hulleras de Turón puso en explotación el pozo Santa Bárbara como buque insignia de la sociedad y HUNOSA lo cerró definitívamente el primero de septiembre de 1994. A los tres años de su inauguración, el arranque “mecanizado” en el conjunto de las explotaciones de la empresa superaba ya el 90% y se alcanzó una producción de 585.000 t lavadas, la máxima hasta entonces, correspondiendo sólo al pozo Sta Bárbara 1000 tb/día.

Pozo Santa Bárbara, Turón

Enfrente del pozo Sta Bárbara, hacemos otro pequeño bucle en la ruta para tomar la carretera que asciende con vértigo hacia las instalaciones del cielo abierto de San Víctor y detenernos en apenas 3 Km al pie de la única mina de montaña que HUNOSA mantuvo abierta durante muchos años y hasta 1992, es el denominado piso Cero de San Víctor. En la clave del arco de la bocamina, alguien gravó en bajorrelieve el inconfundible símbolo de la hoz y el martillo; curiosamente, así se mantuvo durante todo el Franquismo. Es quizá la mejor atalaya de todo el tramo alto del Turón; al fondo del valle, podemos ver la plaza del pozo Sta Bárbara, como una isla de hierro rodeada de verdor. En el resto del paisaje, numerosos bosques han fagocitado ya los restos de docenas de instalaciones que durante casi cien años llenaron las laderas del inconfundible color, olor y ruido de las minas de montaña: bocaminas, planos inclinados, trincheras de ferrocarril, reatas de mulas, dinamita, turullos...
(Nota 15)¡Qué gran sitio para que algún empresario emprendedor estableciese un albergue con museo, restaurante, artesanías, rutas, etc! Reúne todas las condiciones: orientación al sur, excelentes vistas, buenos accesos rodados, extenso parking, edificios aprovechables, sitios históricos, agua, senderismo y... ¡una buena parada en la Ruta de los Castilletes!

GRUPO ESPINOS y MINA FORTUNA

Reemprendemos la ruta a la altura del pozo Sta Bárbara, y apenas 500 metros aguas arriba, llegamos a la localidad de San Andrés donde existió el grupo Espinos, que comenzó a funcionar en 1906 con minas de montaña. El curioso castillete del pozo Espinos, tuvo una planta única a cota 334 que lo unía al pozo Santa Bárbara. Un puentecillo peatonal nos conduce al pie de las instalaciones para comprobar que la máquina de extracción está situada en la vertical del pozo, razón por la que carece de tornapuntas y cuenta en lo alto del castillete con la curiosa caseta protectora que le confiere su especial personalidad. Esta observación nos permite proponer que se deje de hablar de “castillete” y pase a usarse el término más correcto de "torre de extracción”, convirtiéndose de este modo en la más antigua de todas las conocidas.

Pozo Espinos
Pozo Espinos (2014), foto Maite Bravo

Apenas a 1,5 kms desde Espinos, la AS-337 cruza el río Turón por encima del famoso Puente Villandio e inmediatamente nos permite introducirnos en una explanada a la izquierda de la carretera. Es la plaza de la Mina Fortuna o Artuso, abierta a mediados de los años 1940 por don Antonio Aza de Santullano. Desde el socavón de entrada, hoy destruido por las reformas de la carretera a Urbiés, se profundizó un pozo plano hasta 5º planta, o 3º planta nueva, como se la denominó al unirla con la misma 3ª de Sta Bárbara por la cual se extrajo la producción al menos hasta 1972. Si en la margen izquierda del río podemos ver la bocamina del polvorín en la margen derecha podemos caminar tres minutos hasta la bocamina del 1er piso, usada como trastero por los lugareños.

Monumento Pozo Fortuna, foto de Ángel García Díaz
Monumento Pozo Fortuna, foto de Ángel García Díaz

(Nota 16) Se sabe de algún particular que ha pretendido adquirir y derribar este castillete. Desde aquí hacemos una nueva llamada a la catalogación oficial de un patrimonio cuya destrucción debe contar con la frontal oposición de todos los defensores de nuestra historia. En cuanto a Fortuna, dada la seguridad de la galería, aconsejamos se solicite permiso para adentrase por ella y ver la estructura típica de un polvorín, con las culatas de expansión y las cámaras enrejadas como en una cárcel.

MONUMENTO AL MINERO

Desde Mina Fortuna, la carretera inicia el ascenso hacia Urbiés, soleado pueblo de estratégico enclave y magníficas vistas sobre la cabecera del río. Desde aquí podemos contemplar la última gran escombrera del valle de Turón, la de La Vegona, revegetada en su totalidad pero con una morfología imposible de disimular. Ya en el cruce donde se ubica el excelente restaurante Casa Migio, seguimos unos 1.800 metros por la AS-337 hasta contemplar el Monumento al Minero y Mina Imagen, grandioso proyecto de hermandad entre las cuencas, inaugurado el 4 de septiembre de 1977 a iniciativa de numerosos entusiastas de la minería, pero dejado morir inexplicablemente en el abandono más absoluto. Sus máquinas y vagones se pudren a la intemperie, mientras que en el interior de la mina, las galerías y la capilla de Santa Bárbara permanecen inaccesibles al visitante. Desde la escultura de dos mineros que comparten brazo y lámpara, podemos observar grandiosas vistas sobre los valles mineros que confluyen en este cordal; nada menos que los concejos de San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Aller, Mieres y Langreo, según los podemos admirar si giramos desde el Norte 360º en el sentido de las agujas del reloj.
(Nota 17) No cabe duda que desde aquí hacemos votos por la recuperación del enclave museístico e incluso de la fiesta minera que se celebró durante varios años.

DESCENDIENDO POR EL VALLE DE LA NUEVA

Desde el monumento de la Colladiella, podemos optar entre continuar el circuito por la misma AS-337 descendiendo hacia los pozos Santa Bárbara de Cerezal y San Mamés de Sotrondio, o retroceder, como ahora haremos, hasta el restaurante Casa Migio y bajar por el valle de La Nueva, siguiendo la carretera LA-7 que nos llevará a los pozos San Luis y Samuño.
(Nota 18) La ruta minera que conforman esas dos carreteras en los municipios de Langreo y San Martín del Rey Aurelio, será en si misma objeto de una próxima definición.

POZO SAN LUIS y SOCAVÓN ISABEL

La empresa, pueblo y valle de La Nueva deben su nombre a una capa desconocida, una capa “nueva”, que encontraron los primeros exploradores, quizá los mismos Hermanos Felgueroso o incluso los técnicos de la Compañía Beltrán de Lis si retrocedemos hasta mediados del siglo pasado en busca de las primeras explotaciones en este valle. En 1901 se fundó en Francia la Sociedad Carbones de La Nueva. Tres años después, la nueva compañía inició la excavación de los socavones Emilia e Isabel, el primero situado al pie de lo que hoy día es el pozo Samuño y el segundo, justo detrás del pozo San Luis y por el cual se llegó hasta las capas Miguelinas (Generalas) tras 800 m de transversal. Según Otero-1996 (R11) la bocamina Isabel corresponde a la antigua explotación de montaña del año 1890 y tiene un acceso a base de arco de medio punto y paño mural de ladrillo. Para evitar derrumbes se construyó en 1904 una estructura de jambas y dintel con frontón escalonado a base de piedra, bien encuadrados. En el interior, muros de piedra y bóveda de ladrillo. La clave del arco, sin embargo, nos data el año 1922, quizá porque fue un año de modernización de instalaciones, incluso con la electrificación de todo el exterior de la mina. En 1926 la sociedad se integra en la Real Compañía Asturiana de Minas y pasa a ser una de las grandes productoras de carbón de España, junto con las vecinas Carbones Asturianos, Duro Felguera y Minas de Langreo y Siero, además de las tres grandes del Caudal: Fábrica de Mieres, Hulleras de Turón y Hullera Española. El 7 de diciembre de 1927, esta bocamina vió salir 17 cadáveres y 2 heridos, asfixiados y quemados por la trágica explosión de grisú de la capa Miguelina. Meses después, la compañía inicia en el  prau L´Agüeria la profundización del pozo San Luis hasta alcanzar a los 300 metros la cota del nivel del mar.

Pozo San Luis
Pozo San Luis (2014), actualmente el Ecomuseo Samuño

No obstante, no extraerá sus primeros carbones hasta 1933. En 1968 se integra en HUNOSA, momento en el que se reprofundiza hasta los 420 metros, permitiendo la comunicación de la 6º planta (-120) con la 7ª del vecino pozo Samuño, al cual aun presta servicios de ventilación y desagüe. La misma Otero-1996, nos da también la más completa descripción que conocemos de un conjunto arquitectónico en nuestra minería; en síntesis, considera que el conjunto del Pozo San Luis, está conformado por la Casa de Máquinas, el Castillete y los socavones Emilia e Isabel, además del espacio servicial como la lampistería, casa de aseo, comedor, botiquín, oficinas y talleres.

Casa de máquinas del Pozo San Luis
 Casa de máquinas del Pozo San Luis, fotos Maite Bravo

Pozo San Luis

De la Casa de Máquinas dice que es un edificio emblemático, con un enorme valor artístico y uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura industrial asturiana. Denota una no muy habitual preocupación y cuidado en el tratamiento del exterior, caracterizado en general por la sobriedad y la desornamentación (...) se trata en general de un claro ejemplo del interés por sumar a las premisas de funcionalidad propias de la industria, aquellas estéticas que caracterizan a la arquitectura de estilo, de la que el desconocido autor toma diversos elementos pero sin definirse por una corriente concreta. En cuanto al castillete, nos lo define también como una estructura metálica de 30 m de altura, planta cuadrada y cubierta a dos aguas con placas onduladas de zinc, es un entramado de perfiles de acero laminado unidos por medio de roblones. Dos tornapuntas laterales con zapatas de hormigón le sirven de refuerzo.
(Nota19) Es necesario recordar que el conjunto de San Luis ha sido catalogado y reconocido como patrimonio de interés cultural, lo que obliga a su conservación. Por lo pronto, sería aconsejable retirar los distintos objetos de desecho que a lo largo de los años han ido camuflando la bien conservada arquitectura del Socavón Isabel. (En 2013, se inauguró, en estas instalaciones, el Ecomuseo minero de Samuño)

POZO SAMUÑO y SOCAVÓN EMILIA

Esta bocamina, pese a situarse en Puente Humero, en concesiones ajenas, fue la 1ª planta del pozo San Luis, al cual se caló mediante un transversal de 1.150 m. Por ella salía el carbón del pozo para ser embarcado en el ferrocarril que en un recorrido de 4 Km lo llevaba a las completas instalaciones de La Nueva en Ciaño- Camellera (hoy Química del Nalón). Actualmente se usa como desagüe y aunque está cerrada con una verja, es practicable en toda su longitud. El socavón Emilia, se sitúa al pie del pozo Samuño de la Sociedad Carbones Asturianos o simplemente “Carbones” para los antiguos lugareños. Este pozo alcanza 583 metros de profundidad y fue reprofundizado en tres ocasiones, habiéndose asignado diferentes denominaciones a una misma planta a lo largo de su historia. Se inició hacia 1933 y quizá entró en funcionamiento a principios de 1938, en función del primer accidente mortal registrado en las “desaparecidas” actas de Jefatura de Minas. A mediados de los años 1970 se unió la 7ª planta nueva (-120) con las plantas de cotas similares de los pozos San Luis, Mª Luisa y Sotón, constituyendo un entramado subterráneo de varios kilómetros de longitud destinado a extraer toda la producción por el Plano Nalón que ante vimos calado en Modesta.

Pozo Samuño, foto de Ángel García Díaz
Pozo Samuño, foto de Ángel García Díaz

CERRANDO LA RUTA HACIA EL MUMI

Apenas a 1 Km del pozo Samuño, pasamos por delante de las moles de hormigón que fueron sus lavaderos, construidos poco antes de integrarse en HUNOSA y apenas utilizados. Poco después veremos a nuestra derecha el impresionante bosque abedular con el que se autorepobló la escombrera de La Muela. Desde aquí, ya en la recta final de nuestra ruta, desembocamos en la localidad de Ciaño, de nuevo ante el monumento a los hermanos Felgueroso. Para cerrar el circuito, aconsejamos girar a la izquierda hasta la rotonda que nos incorporará a la nueva ronda de Langreo y nos permitirá la observación de nuestro más histórico hospital minero, el Hospital Adaro. Frente a él, si el desinterés histórico y el pragmatismo económico no hubiesen hecho mella en el patrimonio minero, aun podríamos observar en la margen derecha del río Nalón otro castillete más: el Pozo Pontico, del que sólo resta la gran casa de máquinas (habilitada como edificio de viviendas hace años) y un círculo de hierba que señala sin querer la posición del pozo que se enorgullecía de ostentar un récord único: haber cerrado sin un solo muerto por accidente minero. Por último, equidistante entre el anterior y el San Vicente, estaba también el Pozo plano Escobio, un enorme plano inclinado que permitió preparar tres plantas de explotación justo en el límite jurisdiccional del pozo Mª Luisa, con el que incluso llegó a permutar concesiones.

Minas Escobio
Minas Escobio

Sobre lo que antaño fueron unas instalaciones que contaron con una plantilla de casi medio millar de trabajadores, bulle hoy un magnífico taller de automóviles con una plantilla veinte veces inferior.
(Nota 20) Como nota final, nos atreveríamos a proponer que se dedicase el 1% cultural de las obras públicas (la gran Autovía Minera, por ejemplo) para instalar algún tipo de escultura-castillete que reivindique las memorias de aquellos pozos que han desaparecido sin dejar siquiera
     una sombra de su historia...

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA

R1 Adaro Ruiz, Luis (1981). “Datos y documentos para una historia minera e industrial de Asturias”, Tomo 1. Gijón 1981, 942 pp.
R2 Álvarez Areces, Miguel Angel. (1996) “Recuperación y uso del patrimonio industrial. Problemas y experiencias en curso. El caso de Asturias”. Monográfico Arqueología Industrial”, revista ABACO, nº 1, segunda época.
R3 Álvarez Areces, Miguel Angel. (1996) “Patrimonio industrial minero en Asturias”. Monográfico Patrimonio industrial. Museos y desarrollo local”, revista ABACO, n1 1, segunda época.
R4 Dirección General de Tráfico, (1998). Itinerario  entre dos  puntos”. http://www-1v.dgt.es/imagen/genamap/rutas
R5 Fernández García, Aladino. (1997). Un itinerario por el Langreo minero-industrial”. Especial diario El Comercio.
R6 HULLA, Revistas n1 40- 1974 y  n154 -1975.
R7 Diario La Nueva España, 1-9-95
R8 López González, Manuel Jesús. (1997). Memoria gráfica del Turón industrial (1880-1980)”
R9 Luque Cabal, Carlos & Saenz de Sta. Mª, José Antonio. (1993). HUNOSA: una geología difícil”. Revista Tierra y Tecnología,.
R10 Luque Cabal, Carlos, (1987) El mercurio en Asturias”. Tesis doctoral, manuscrita.
R11 Otero Marrón, Juana (1996) Boletín de HUNOSA Candil, Nº 1, 2ª época, mayo 1996.
R12 Romero, Santiago. (1996) Museo de la minería. El Entrego (Asturias)”. Monográfico Patrimonio industrial. Museos y desarrollo local”, revista ABACO, nº 1, segunda época.
R13 Sobre de matasellos conmemorativo emitido en Sama el 4-12-1996.
R14 SODECO (1993 Y 1998). La gente minera. Guía del paisaje y del paisanaje de las cuencas mineras del centro de Asturias”

2 comentarios:

  1. la chimenea de figaredo, era de los hornos de coke, no de la ventilacion de la mina

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  2. Felicidades por este estupendo recopilatorio y gracias por compartirlo.

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