Hasta el 15 de enero, puede visitarse en la Antigua Rula de Gijón una exposición sobre el Buque de vapor del Correo Real Titanic. El viernes 7 de noviembre, se puede aprovechar el tiempo con esta visita, mientras se espera para acudir al matasellos que comienza a las 18 horas, en el CMI de la Calzada.
El Titanic, buque británico de la naviera White Star Line, era el mayor transatlántico del mundo en el momento de su botadura y se hundió a causa de la colisión con un iceberg en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. Murieron 1514 personas de las 2223 que iban a bordo.
El iceberg que provocó el hundimiento del Titanic, cerca de las costas de Nueva Inglaterra, sobresalía por encima del mar unos 30 metros, dejando oculta bajo el agua 8/9 de su inmenso volumen. Al tratar de evitar un choque frontal (que no hubiera hundido el barco) y virar para esquivarlo, el barco rozó el iceberg lateralmente, abriéndose brechas a lo largo de 100 metros en cinco compartimentos del buque.
Fr.Browne es el autor de las últimas fotografías del Titanic. Su tío le regaló un billete de 1ª clase para el viaje inaugural de Southampton a Queenstown. Así pudo captar las imágenes más emblemáticas de la vida a bordo. Una familia americana le ofreció un billete para continuar el viaje, pero su tío no lo autorizó. Eso le salvó.
El Titanic cumplía las normas del Departamento de Comercio Británico, que le obligaban a llevar 16 botes salvavidas con capacidad para 960 pasajeros, a pesar de llevar más del doble de pasajeros. En el proyecto inicial se incluían 64 botes, pero, parece ser que, dadas las condiciones de seguridad del buque, no se consideraba la posibilidad de hundimiento (solo traslado a otro buque en caso de avería), por lo que se juzgó más conveniente ampliar los espacios de paseo. Disponía, eso si, de 3560 salvavidas, suficientes para los que iban a bordo, pero que no iban a evitar el congelamiento dada la temperatura del agua esa noche.
El Titanic fue localizado en 1985 a 4.000 metros de profundidad frente a las costas de Terranova, por una expedición dirigida por Robert Ballard y Jean-Louis Michel, utilizando un equipo de cámaras sensibles en la oscuridad. En 1987, una expedición francesa llegó al lugar para rescatar objetos del fondo marino, surgiendo la controversia de si es más valioso dejar los restos en su lugar histórico (degradándose, sin duda) o rescatarlos para exhibirlos en museos o exposiciones.
Transcurridos 100 años, el Titanic está protegido por la Unesco que trata de impedir la creciente destrucción del patrimonio subacuático a manos de cazadores de tesoros.
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