jueves, 14 de julio de 2016

El futuro de los días que llegan, Celso Peyroux

Los últimos druidas
El futuro de los
días que llegan
Celso Peyroux

Voy a dejar en un rincón mi vieja guitarra, cual si fuera el arpa del poeta, y tomar una flauta entre las manos para pasearme por la Villa y Corte, Vetusta, Noega, Legio y otras ciudades del país. Me convertiré así en un “Flautista de Amelín” para recorrer las calles llamando a concejo a niños y jóvenes explicándoles la belleza del campo y los múltiples atractivos que tiene para el alma y el cuerpo: vida en comunidad, el aire limpio y los perfumes de las flores, el agua de los manantiales y la frondosidad de los bosques, la voz y la palabra de los lugareños, la libertad… y sobre todo la convivencia teniendo por base los valores más profundos para hacer de ellos y ellas hombres y mujeres de bien. En este bello caldo de cultivo está el devenir de los días apresurados que vienen  para hacer entre todos un planeta más justo y mejor. Quinientos niños vendrán este verano a Las Agüeras de Quirós para ver y disfrutar de otros mundos que están en este mundo, ser felices y llevar un grato recuerdo. Será una hermosa romería que no quiero perderme y a su disposición pondré mis versos y mi flauta.

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