Pasando La Enfistiella, tras Omedal y Arnizo, por la carretera AE 3, se llega a Murias, aldea asentada en la vertiente del cordal de Murias y Santibáñez en el concejo de Aller.
En el pueblo no existen líneas rectas, no hay calles, son callejuelas (La Sierra, La Reguera, La Cuesta...) que se entrecruzan manteniendo a duras penas el equilibrio.
Atravesando la plaza del Pontón se llega a la iglesia de Santa María, encuadrada en un estilo popular asturiano. Presenta pórtico que recorre los lados sur y oeste, cerrado en su mayor parte, y sujeto por cuatro columnas de madera, el resto.
Foto: Ángel Bravo Torre, 1988
Posee un retablo mayor de cuerpo único con tres hornacinas y ático, fechable en el 2º cuarto del siglo XVIII. La imaginería es reciente a excepción de San Antonio de Padua.
En una de las capillas adosadas a los laterales de la nave se instala un retablo de estética rococó de la 2ª mitad del siglo XVIII y, en la otra, se guarda la imagen de Santa Bárbara colocada sobre una repisa. Es una hermosa imagen de ovalado rostro, enmarcado por la toca, que no estorba para nada la visión del apacible semblante. Mide 1,20 y viste manto recogido bajo el brazo izquierdo generándose pliegues, que caen sobre el plisado de la elegante túnica. Sostiene con su mano derecha la pequeña torre cilíndrica (16 cm.) y almenada, mientras con la izquierda apoya la palma sobre el pecho hasta la altura del hombro. De su antebrazo izquierdo pende un candil de minero que alude a la relación de la santa con la mina.
Foto: Ángel Bravo Torre, 2000
La fiesta de Nuestra Señora de Murias se celebra el 15 de agosto con misa y “puya” del ramo de pan.
También se celebra Santa Bárbara el 4 de diciembre, puesto que Murias fue un pueblo minero por excelencia, que tuvo y tiene en sus inmediaciones explotaciones de hulla en actividad.
Hijuela de la parroquia de Murias, Santibáñez de Murias, está situada a una altura de 750 m. Se divide en dos barrios bien diferenciados: “El Confurcu” y “El Cotxeu”, que a su vez se dividen en otras zonas como son La Campa, La Caleya, El Corral, etc. Entre los dos barrios se levanta la iglesia dedicada a San Juan, cuya fiesta se celebraba con solemnidad hasta que al final de los años 30 los fieles comenzaron a sentir devoción por Santa Rita, abogada de los imposibles.
Foto: Ángel Bravo Torre, 1988
El edificio presenta nave rectangular y cabecera cubierta con un tejado a 4 vertientes. Fue erigido posiblemente en el siglo XIX y reformado, añadiéndole el pórtico occidental. La cubierta de la nave es de teja a dos vertientes y se remata con una espadaña de dos huecos ocupados por dos campanas.
En el interior, posee tribuna a los pies con acceso por escalera colocada al lado del evangelio. El retablo mayor es de cuerpo único de tres hornacinas y ático, fechable hacia 1750. En el cuerpo del templo, dos retablos colaterales del último tercio del siglo XVIII con imágenes contemporáneas y a la derecha una ca-pilla pequeña que contiene una mesa de altar y en ella tres imágenes: la Magdalena, Santa Rita y Santa Bárbara con la cara descubierta y el pelo ondulado cayéndole sobre los hombros. Se trata de una hermosa y delicada imagen, que viste túnica ajustada al busto y cubierta en parte por un manto envolvente de color verdoso, cuyos frunces le imprimen movimiento y elegancia. Apoya su mano derecha sobre una torre almenada y sostiene la palma, que se eleva hasta el hombro, con la izquierda.
Foto: Ángel Bravo Torre, 2000
Existe en Santibáñez la Hermandad de Santa Bárbara fundada por Primo García hace más de 40 años. Organizan el día 4 de diciembre la fiesta con gran solemnidad, re-partiendo una botella de vino y dos bollos preñados a cada socio. En la procesión portan la imagen cofrades vestidos de mineros, celebrándose a continuación la misa y la subasta del ramo.