Los últimos druidas
La estrella
de los Magos de Oriente
de los Magos de Oriente
Celso Peyroux
Sabios, astrónomos, exegetas y teólogos no se ponen de acuerdo sobre el astro que conducía a los Magos de Oriente desde algún lugar del mundo hasta el portal de Belén para llevar a un niño en pañales: oro, incienso y mirra. Lo cierto es que la Epifanía se convirtió en una verdadera kermesse infantil muy por encima del Papa Noel vestido de coca-cola. Porque no hay tal gordito personaje, inventado por los yankees, agitando campanilla y dejando regalos y presentes a los más ricos y pasando de largo por el umbral de la puerta donde habitan los pobres. En tal caso, además de Melchor, Gaspar y Baltasar, la leyenda nos trae de las estepas rusas a un santo varón llamado Nicolás. Para esta noche mágica, pedimos que los niños –todos- sean felices, que miremos y atendamos sus necesidades porque en ellos está el devenir del ser humano. Educados y formados por padres y maestros en libertad, respeto, tolerancia, lectura, audiciones musicales… y los sabios consejos de los abuelos y los mayores. Que la estrella de los Magos nos lleve a todos por el camino del bien donde habita la verdad.
Estupendo artículo Sr. Celso Peyroux.
ResponderEliminar¡FELIZ AÑO 2018!