El Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo, fundado el 18 de junio de 1775, celebra su 250 aniversario incorporándose al mundo filatélico con un matasellos y un sello personalizado.
En la presentación del material filatélico, el viernes 10 de enero, nos dirigieron unas palabras el decano del Colegio, Antonio González-Busto Mújica, el presidente del Grupo Filatélico y Numismático Ovetense, Ramón Vega, y la directora de la Oficina Principal de Correos de Oviedo, Ana González.
El matasellos y el sello están diseñado con un dibujo en el que aparece el escudo del Colegio:
Escudo cinturado, en campo de azur, la Cruz de la Victoria de Pelayo de oro, con incrustaciones de piedras preciosas, y pendientes de sus brazos horizontales, en el diestro la letra "Alfa" y en el siniestro la letra "Omega", ambas de oro. Bordura figurada en pancarta de cinta de plata con la leyenda "HOC SIGNO TVETVR PIVS" (Este signo protege al piadoso) en letras de sable; y la inscripción "ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE OVIEDO", en letras de lo mismo. Resaltado, el todo, del dodo sobre cartela rizada de oro. Acolado, el escudo, de dos ramas de laurel de sinople, frutadas de gules. Al timbre, Corona Real de España, antigua, cerrada, en las características que le son propias.
Evelio González Miguel
Ramón Vega, autor del texto que aparece en el sobre matasellado, nos comentó datos sobre el cuadro de Francisco Reiter "Nuestra Señora de Covadonga" de 1776. El cuadro fue pintado por el artista ovetense, por encargo del órgano colegial, a raíz de su constitución en 1775, reflejando en la obra a la que sería la patrona de Colegio. Basa su pintura en una estampa grabada por Jerónimo Antonio Gil en 1759, sobre un dibujo del pintor Antonio Miranda Cuervo, realizada en 1757. En el marco figura el escudo de armas del colegio, una Cruz de la Vitoria rodeado del lema: "Cruz de la Vitoria. Armas de El Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo". El cuadro se conservó siempre en las distintas sedes por las que pasó el Colegio.
El Santuario de Covadonga tal como aparece en el cuadro, desapareció en un incendio la noche del 17 de octubre de 1777 en el que se destruyó el templo de madera, la imagen de la Virgen, alhajas y ornamentos. El templo estaba situado en la gruta y era una estructura de madera encajada en la roca que, apoyada en vigas, parecía colgar de la montaña. Se ascendía a ella él por la Escalera de las Promesas, paralela a la antigua Colegiata.
Francisco Reiter nació en Oviedo en 1736 y era hijo de un sastre alemán afincado en la ciudad. Criado en un ambiente artesanal y de escasas exigencias, lo contrarrestó con su aptitud, interés autodidacta: estudió los cuadros de los grandes maestros convirtiéndose en un artista famoso reclamado por clientes importantes como el Conde de Toreno, el obispo González Pisador, la Universidad, el Ayuntamiento o la Catedral. Cultivó gran cantidad de géneros: retratos, murales al temple (sacristía de Valdediós y Camarín de El Carbayo, Ciaño), decoraciones para fachadas, restauración de pinturas, pinturas religiosas, y fue el responsable del levantamiento del primer plano de la ciudad de Oviedo en 1776, grabado y publicado por el geógrafo Tomás López de Vargas en su Atlas Geográfico de España de 1777. Falleció en Oviedo en 1813.
Antonio Miranda Cuervo García (Illas h. 1696 - Avilés h. 1786) era aficionado y coleccionista de pintura. Fue regidor perpetuo de la villa de Avilés y vivió en Madrid entre 1746 y 1776, proclamándose "profesor del Noble arte de la pintura", no como profesional sino a titulo de aficionado. Su primera obra conocida es la del Santuario de Covadonga de 1757 y la última, el Monumento de Semana Santa de la iglesia de San Nicolás de Bari de Avilés en 1784.
En la entrada en la que anunciaba el matasellos, comentaba el descubrimiento de los restos arqueológicos del palacio de Alfonso III el Magno y la iglesia de San Juan Bautista. Entre el año 2000 y el año 2001, se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas con motivo de la construcción de la actual sede del Colegio. Se exhumaron vestigios de la antigua iglesia del siglo XII y del palacio del siglo IX.
Sede del Colegio de Abogados, calle Schultz 5, Oviedo
Entrada al Colegio de Abogados, restos arqueológicos
Restos arqueológicos
El palacio Magno ocupaba una gran extensión de terreno y se articulaba en torno a un patio. Contaba con una sala noble a la que se le añadió un ábside para albergar el altar de San Juan Bautista. Posteriormente esa zona sería convertida en iglesia del hospital de San Juan, fundado a finales del siglo XI, principios del XII sobre el palacio. En lo que habían sido las caballerizas del palacio se instauró en 1940 el colegio de San Isidoro, que cerró sus puertas en 1999.
Los socios de GRUCOMI recibirán en breve su primera tarjeta de matasellos asturianos de este año:
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