La labradorita o espectrolita es una piedra ornamental, de color blanco, gris, azulado o marrón. Su nombre deriba de la península de El Labrador, en Canadá, donde fue descubierta en 1770. Es abundante también en la península Escandinava y en la URSS.
Es una plagioclasa, un mineral del grupo de los silicatos, subgrupo tectosililicatos, aluminiosilicato de sodio y calcio. Si lleva mucho calcio se convierte en anortita y si lleva sodio, en albita. La labradorita está en medio de los dos.
Aunque en un primer vistazo no tiene gracia, al girarlo y darle la luz de manera adecuada, destella una brillante iridiscencia con un rango de colores desde el azul al violeta, a veces con amarillos, verdes y naranjas según la variedad.
Se forma en la cristalización de rocas ígneas y metamórficas. Cuanto más básica es la roca que la posee, más calcio contiene el mineral. Aparece asociada a la biotita, el piroxeno y la hornblenda.
Posee aplicaciones industriales para elaborar cerámicas, materiales refractarios y esmaltes, a parte de tener interés para los coleccionistas y científicos. Se emplea de manera ornamental para revestir paredes. Algunas pueden ser pulidas para usarse en joyería.
Entre sus variedades está el ojo de lince con iridiscencia verde y la piedra del sol o peristerita con reflejos rojizos.
Fórmula: (Na, Ca) (Al,Si)4O8
Clase: Silicatos
Subclase: Tectosilicatos
Sistema: Triclínico, pinacoidal
Densidad: 2,62-2,76g/cm3
Dureza: 6 a 6,5
Exfoliación: perfecta o desigual dependiendo de la variedad.
Guía de Minerales y Rocas. Ed. Grijalbo.
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