sábado, 6 de junio de 2015

Peñamea, Heradio González Cano

"Viajero, si algún día escalas las montañas de Asturias y tropiezas con la tumba del poeta, deja sobre ella una rama de madreselva"
A.P.V. La aldea perdida

De los muchos
viajeros
que han pasado
por el valle
de Entralgo,
yo soy uno
que ha venido
a estos prados
encantados
de "xanas"
y de hórreos
a cortar una
rama del castaño
para dárselo 
en cruz, humedecida,
a la tierra
de aquél que
escribió en oro,
lo que fue
pastoril, égloga
pura, y es tan
sólo hoy
recuerdos,
un pasado...
Y desde el suelo
quebrado
en la verdura
por el sol
jamás secado,
donde nacen
los ríos
como de ubres,
porque así son
de feraces
sus montañas
que dan vida
a un Nalón
alegre por
nacido y hacia
la mar enlutecido,
al sonido gaitero
y llorador,
redoblar tamboriles
festivos y romeros,
he unido mi canto
peregrino..., marinero.

Ya la Arcadia
no existe,
...¡paisanín!
tu lo has contado,
y la paz contemplada
de Cazana, falsa es,
espejismo 
desdichado,
desde el día 
en que abrieron
a la Mina, 
sus costados
y hurgaron su vientre
con las manos.
Otros Quinos,
otros Celsos,
muchos Nolos,
su boca insaciable
se ha tragado;
pero hay otras
... Demetrias
muchas Floras,
todas madres
que han poblado
de "guajes"
las faldas
y cumbres 
deleitosas
de tu Aldea...
Y otros hombres,
los hijos
de una Guerra,
conquistando
incluso las Américas,
se han hecho después
dueños de mares.

Testigo de esta
Historia, altiva,
imperturbable,
cual volcán apagado
de mi Patria,
es... Peñamea.

Heradio González Cano, Actas del 2º Encuentro de Escritores de la Mina, 2003.

1 comentario:

  1. Muy guapo recordar a Palacio Valdés a través del amigo Heradio.
    Gracias Maite,

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