Busto es una aldea situada a 790 m de altitud, al norte de la sierra de Busto, en la margen izquierda del río Ibias. Dista 5 km de San Antolín. Pertenece a la parroquia de Marentes.
Capilla de San Ildefonso en 1996.
Foto de Ángel Bravo Torre.
La capilla de San Ildefonso que acoge una imagen de Santa Bárbara es de tipo popular de mampostería pizarrosa, pavimento de losas y cubierta a tres aguas de pizarra sobre armadura de madera. Consta de tres muros dispuestos en forma de “U”, que confeccionan un espacio rectangular abierto en su frente. Este rectángulo se divide por medio de un cancel de barrotes apoyado sobre muretes, en cuyo centro se sitúa la puerta. El cancel permite la contemplación de las imágenes. En el espacio interior se sitúa el retablo y la imaginería. El exterior hace las funciones de pórtico, que sirve de resguardo a los feligreses, protegiéndolos de las inclemencias del tiempo.
Santa Bárbara en noviembre de 1999.
Foto de Ángel Bravo Torre
Los muros exteriores se adaptan a la pendiente del terreno, siendo de mayor altura el que da al camino que accede a la capilla, situada a las afueras del pueblo. En el muro de la epístola, cerca del testero, se abre un hueco para que la luz natural ilumine el retablo. Conserva tres imágenes de estilo barroco popular: la de San Ildefonso (titular) vestido de pontifical y las de San Antonio y San Benito de Palermo. En hornacina aparte se alberga una imagen de Santa Bárbara. Alberto Fernández Suárez y José Antonio Ron Tejedo, en su libro “Patrimonio Artístico de Ibias” la consideran de “tradición medieval coincidiendo en la decoración pintada de sus vestiduras con las de algunas imágenes de aquella época. Sin embargo, lo más probable es que haya sido realizada con posterioridad al siglo XV. Lleva corona de crestería calada, y dos atributos que parecen ser posteriores: la palma y la torre”.
Santa Bárbara de Busto,
imagen del libro Patrimonio Artístico de Ibias
de Alberto Fernández Suárez y José Antonio Ron Tejedo.
Continúan escribiendo: “Según los vecinos el ara del altar se usaba, haciendo con él tres cruces, para ahuyentar las tormentas, cuando el pan estaba madurando”.
Es una lástima que los devotos no cejen en su empeño de cubrir las imágenes. Es una cuestión de devoción y no consienten en quitarles la ropa con la que, cumpliendo una promesa, las cubrieron.
(Información de 1999, para el libro "Santa Bárbara en Asturias")
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