Los últimos druidas
Ríos limpios
y con peces
y con peces
Celso Peyroux
Por estos valle se ha luchado mucho para evitar vertidos industriales y domésticos a los cursos fluviales. Todo iba para el río: plásticos, cajas, ruedas, colchones, ceniza de las cocinas, basuras y hasta animales muertos. Sensibilizados los vecinos para arrojar los desperdicios a los contenedores selectivos y lograda la recogida de camiones, se ha perdido un poco de aquella sensibilidad y aún van a parar detritus a los ríos y se ven plásticos enganchados en las raíces de los árboles ribereños como una colada de ropa en un tendal al sol. Para mayor desolación, no se ven truchas acariciando, como antaño, la piel del agua con sus pintas rojas y las panzas plateadas. Hay por todas partes vertederos piratas y aún no existe una conciencia sobre la limpieza del medio que nos rodea. Ecologistas denuncian las espumas amarillentas que aparecen en el Nalón. Si queremos que los salmones vuelvan a surcar los ríos buscando sus raíces habrá que comenzar por mantenerlos limpios y sensibilizar al personal de nuestra riqueza fluvial.
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