Los últimos druidas
Los despedidos de Trubia
y el Tío Sam
Celso Peyroux
y el Tío Sam
Celso Peyroux
Los “cincuenta-y-cinco” valientes
despedidos de la Fábrica de Armas de Trubia ya no saben qué hacer ni a quién
dirigirse para volver a recuperar sus trabajos perdidos. Reuniones, viajes,
asambleas, manifestaciones, papeles, comunicados, aclaraciones, el “diez” de
cada mes para mostrar que siguen vivos y con las mismas aspiraciones que cuando
fueron puestos en la calle de la manera más taimada e injusta. Este cronista
vivió cerca de ellos todas las vicisitudes y conoce, en carne viva, la angustia
de todos ellos, de sus familiares y de los vecinos de la villa. Quedan pocos
recursos para seguir luchando por una causa que, al final ganarán, y “las malas
prácticas fiscales” de General Dynamics han cruzado el proceloso océano para
ser denunciadas ante quienes aspiran a la Presidencia del país más poderoso del
mundo. Hillary y Bernie –porque del pato Donald mejor no hablar- tienen toda
una campaña por delante hasta el otoño y una dura labor para defender sus
respectivas candidaturas. Pero algo me dice que las cartas enviadas serán
leídas y tenidas en consideración. Todos por estos valles seremos, de ahora en
adelante, los sobrinos del Tío Sam y esperamos un generoso regalo.
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